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Se dice que miran pasar el tren. Pero un estudio científico reciente asegura que ese comportamiento tiene explicación: siguen fuerzas invisibles de la tierra, casi como si practicaran feng shui.

El tema ha generado una polémica entre especialistas de la que da cuenta un artículo del diario Le Monde. De tiempos inmemoriales, los criadores de ganado han notado que sus vacas tenían la tendencia a moverse manteniéndose paralelas unas con otras. Las interpretaciones dadas a esto iban desde la necesidad de ofrecer la menor resistencia posible al viento hasta la de aprovechar al máximo el sol en invierno o la sombra en verano.

Pero un estrudio realizado sobre la base de un seguimiento de manadas mediante Google Earth por un equipo binacional (alemanes y checos) y publicado en los informes (Proceedings) de la Academia Americana de Ciencias, concluyó que los bovinos se alinean sobre el campo magnético terrestre. En concreto, las reses se comportarían como brújulas indicando mediante cuernos y cola los polos magnéticos norte y sur.

La orientación en función del campo magnético ya había sido documentada en el caso de otras especies del mundo animal, como las tortugas marinas, las palomas y las abejas. Pero esta es la primera vez que se sostiene la misma tesis para el caso de grandes mamíferos. Más aún, una extensión del estudio al movimiento de otros rumiantes, como los ciervos, por ejemplo, confirma la tendencia.

Los mismos especialistas constararon que "el alineamiento Norte-Sur se deshacía cuando las manadas pasaban bajo las líneas de alta tensión (porque) el campo magnético creado por el paso de corriente perturbaba a las bestias, que tenían entonces tendencia a ubicarse perpendicularmente a las líneas elécticas", dice el diario. Y deduce de esto que se esclareció el misterio de las vacas que miran pasar el tren: no es curiosidad animal, sino sólo la necesidad de colocarse en ángulo recto con las ferrovías.

La conclusión de este equipo ha sido refutada por otros colegas, checos también, que publicaron un estudio en Journal of Comparative Physiology afirmando que no hay ninguna orientación preferente en la forma en que se ubican y desplazan los rumiantes. Como esta segunda investigación se basó en fotografía aéreas, el primer grupo de científicos denunció que eran borrosas y tomadas en terrenos desnivelados o cercanos a líneas de alta tensión.

"El misterio de las vacas magnéticas sigue sin resolverse", concluye el artículo, aconsejando a los criadores esperar un poco antes de construir establos feng shui que, de confirmarse que los bóvidos tienen una brújula interior, mejorarían la calidad de la leche.