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© NTDInjerto evitaría el uso de peligrosos químicos para combatir las plagas (Ver video al final del artículo)
Los viveros Hishtil en Israel, están volviendo a implementar un viejo método de injerto de plantas que tiene miles de años, cuyo principio radica en que al injertar una nueva raíz resistente a enfermedades, se evita el uso de peligrosos químicos y pesticidas contra plagas.

Según David Magal, del departamento de marketing de viveros Hishtil, "los injertos se han utilizado por 2.000 años, e incluso se mencionan en la Biblia. Es una manipulación en la que un sistema de raíces se extrae de otra fuente y se injerta a la especie".

"Hemos injertado un sistema de raíces a este tomate - continúa Magal - , haciéndolo más duradero contra nematodos, un tipo de gusano parásito. Esta especie no duraría tanto por sí misma".

"Aquí tenemos una nueva planta - explica Magal- , su parte superior pertenece a la planta que escogimos inicialmente, y la parte inferior fue agregada exitosamente por injerto".

Si el injerto no tiene éxito, utilizan un pesticida llamado bromuro de metilo para mantener la tierra libre de nematodos.

Durante el experimento, han evitado "el uso de productos químicos peligrosos que dañan la capa de ozono y que han sido declarados cancerígenos". Además, los pesticidas que se pulverizan sobre la tierra, próximos a las raíces, penetrarán las raíces eventualmente.

De acuerdo a Ruty Spier, directora ejecutiva de Laboratorios Path: "Una planta que no tiene un sistema radicular sensible a enfermedades y a virus, no requiere del uso de productos químicos que puedan penetrar en el sistema circulatorio de la planta. Si un químico puede penetrar en las venas de la planta, también es capaz de alcanzar sus frutos".

Las plantas se cultivan con un método llamado "pirámide invertida", la parte inferior de la planta se asemeja a una pirámide al revés.

Según Magal, "la idea es plantarlas en el campo con el mismo sistema radicular que desarrollaron. Este método es revolucionario".

Cerca de una cuarta parte de las plantas de Hishtil se exportan a EE.UU., Europa y Asia, por lo tanto deben someterse a estrictos estándares.

"Cada país tiene sus propias normas. De acuerdo a diversos objetivos, diseñamos una herramienta que nos indica exactamente qué sustancias se pueden utilizar durante el injerto y cultivo de la planta", señala Ruty Spier.

Los laboratorios Hishtil insisten en que para mantener un entorno limpio y salvaguardar la salud humana debe comenzar desde las raíces.