Daniel Zamudio Vera, de 24 años, murió ayer en un hospital de Santiago tras ser atacado de manera salvaje por cuatro neonazis el 6 de marzo, al extremo de que los médicos consideran poco probable que se puedan donar sus órganos.

Los cuatro neonazis serán acusados de homicidio calificado, con una pena de cárcel de 40 años. Todos tenían antecedentes penales por ataques homófobos.

Durante siete horas de tortura, los neonazis le arrancaron parte de una oreja, le dibijaron con un cristal en el cuerpo símbolos neonazis, le dejaron caer en varias oportunidades una gran piedra sobre el estómago y piernas e hicieron palanca en una de ellas hasta que sus huesos sonaron y la fracturaron.

Jaime Parada, portavoz del Movimiento de Liberación Homosexual, dijo que "Daniel es una víctima del odio que tienen algunos por quienes tienen una orientación sexual distinta, y es para nosotros hoy un mártir ciudadano".

Parada emplazó a los congresistas a que aprueben la Ley contra la Discriminación, que el Gobierno le puso suma urgencia, pero que los propios diputados de la alianza derechista han rechazado durante siete años.