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© Archivo AFP
Según un informe de varias ONG la resistencia que miles de campesinos de todo el mundo han emprendido contra la empresa Monsanto y sus organismos genéticamente modificados ha dado fruto pues ha llevado a los responsables políticos a reglamentar mejor el sector agroalimentario.

"Allí donde Monsanto está presente, las semillas locales pasan a ser ilegales, la biodiversidad desaparece, las tierras son contaminadas, y los campesinos y obreros agrícolas son envenenados, criminalizados, expulsados de sus tierras", aseguran Los Amigos de la Tierra Internacional, Vía Campesina y Combat Monsanto en su informe.

En unas cuarenta páginas, el documento relata con testimonios los recientes combates contra la empresa estadounidense, principal proveedor de semillas genéticamente modificadas.

"Este informe demuestra que las fuertes objeciones de los movimientos sociales y de las organizaciones de la sociedad civil han tenido un impacto sobre los responsables políticos encargados de reglamentar el sector agroalimentario y de decretar las reglas en materia de pesticidas y de cultivos transgénicos", destaca la síntesis del texto.

Las luchas locales

En Guatemala por ejemplo, las redes antitransgénicas alertaron de proyectos de legislación y de adopción de programas de desarrollo estadounidenses que favorecían la llegada de semillas transgénicas al país.

En África, una alianza por la soberanía alimentaria anima a no seguir el ejemplo de Sudáfrica, que adoptó la tecnología de los transgénicos "pese a que las variedades de plantas transgénicas en cuestión (...) no resisten ni la sequía ni las inundaciones", apunta el informe.

En Europa, la opinión pública es mayoritariamente contraria a la producción de alimentos a partir de semillas genéticamente modificadas.

Según el informe, el combate es más difícil en los países en desarrollo o emergentes.

Pese a ello, algunos movimientos campesinos se han apuntado sus victorias, como la moratoria sobre la berenjena BT, una versión transgénica de esta hortaliza en India, o el rechazo a las donaciones de semillas híbridas en Haití, tras una movilización masiva contra los riesgos para la soberanía alimentaria.

Pese a toda esta movilización, el informe lamenta "la ofensiva sin precedentes del agronegocio bajo la bandera de la nueva 'economía verde' en los preparativos de la cumbre Rio+20" prevista para junio.