El presidente de la compañía reconoce los errores en un comunicado.
GlaxoSmithKline
© Kristy Wigglesworth (AP)La farmacéutica británica reconoció su culpabilidad en el caso de fraude en su promoción de tres medicamentos en Estados Unidos.
La farmacéutica británica GlaxoSmithKline ha admitido su culpabilidad y pagará una multa de 3.000 millones de dólares (unos 2.380 millones de euros) por promocionar de manera ilegal los antidepresivos Paxil y Wellbutrin en Estados Unidos. Según las autoridades norteamericanas, la compañía reconoce en el acuerdo que también ocultó información sobre las garantías del medicamento Avandia, empleado en casos de de diabetes.

El gobierno estadounidense ha descrito el caso como "el mayor fraude sanitario de la historia" del país. La resolución extrajudicial deberá ser ratificada ahora por un tribunal para poder cerrar definitivamente la batalla legal en la que las autoridades norteamericanas acusaron a la farmacéutica de violar las leyes sobre distribución y desarrollo de medicamentos.

Según las autoridades, Glaxo promocionó entre menores de 18 años un medicamento para luchar contra la depresión que solo está autorizado para el consumo en adultos. Una investigación del Departamento de Justicia también acusaba a la compañía de anunciar el fármaco Wellbutrin para ayudar a perder peso o en tratamientos de disfunción sexual cuando su consumo en Estados Unidos estaba limitado a pacientes con depresión.

Los fiscales del caso también alegaron que Glaxo llegó a publicar un artículo en una revista médica para promover sus marcas, así como hacer compensaciones a médicos -desde costear viajes a conferencias a pagar sus dietas- a cambio de que recetaran sus medicamentos. La tercera acusación reconocida por la farmacéutica es la de no entregar a la Administración de Alimentación y Medicinas -encargada de supervisar y garantizar la seguridad alimentaria en el país- documentos relacionados con los efectos del medicamento contra la diabetes Avandia.

El fraude de Glaxo podría haberse iniciado en la década de los noventa, según afirma el gobierno norteamericano, extendiéndose en el caso de vandia hasta fechas tan recientes como 2007. "El acuerdo para reconocer estos cargos carece de precedentes tanto en su alcance como en su tamaño", afirmó este lunes James Cole, asistente del fiscal general en el Departamento de Justicia norteamericano.

La farmacéutica respondió con un comunicado en el que reconocía el pago de la cantidad de 3.000 millones de dólares, un millón en calidad de multa por delitos criminales y otros dos por delitos civiles. "Quiero expresar nuestro arrepentimiento y reiterar que hemos aprendido de los errores cometidos", declaró en la notificación Andrew Witty, el nuevo presidente de la farmacéutica. Witty recordó además que el fraude "se produjo en una era diferente para la empresa", cuando él todavía no estaba a cargo, pero "no pueden ser y no serán ignorados".

En 2009, Pfizer estableció su propio récord al pagar 2.300 millones de dólares (1800 millones de euros) para resolver de manera extrajudicial el caso por el que se le acusaba de promocionar ilegalmente hasta 13 medicamentos. Glaxo, por su parte, deberá acogerse ahora a las nuevas restricciones impuestas por el gobierno norteamericano con el objetivo de controlar las estrategias empleadas para promocionar y vender medicamentos dentro de EE UU.