civilización del Indo
© Peter D. Clift, School of Geosciences, University of Aberdeen, UKExcavaciones arqueológicas.
Un nuevo estudio en el que se han combinado hallazgos arqueológicos recientes con las tecnologías más modernas del ámbito de las geociencias, aporta evidencias de que un cambio climático fue un factor clave en el ocaso de la gran civilización del Indo hace casi 4.000 años.

En su época, la civilización del Indo se extendía por más de un millón de kilómetros cuadrados a través de las llanuras adyacentes al río Indo, desde el Mar Arábigo hasta el Ganges, en el territorio que ahora ocupan Pakistán, el noroeste de la India y el este de Afganistán.

La civilización del Indo fue la más grande, pero también la menos conocida, de las primeras grandes culturas urbanas, incluyendo a Egipto y Mesopotamia. Al igual que sus contemporáneos, las gentes de la civilización del Indo vivían al lado de ríos, y subsistían gracias a la fertilidad de sus tierras bien irrigadas.

En muchos sentidos, la civilización del Indo ha sido la gran olvidada de la historia y de la arqueología, a diferencia, por ejemplo, del Antiguo Egipto, que siempre ha gozado de mucha atención.

La civilización del Indo, increíblemente compleja y con una población que en su pico máximo pudo alcanzar el 10 por ciento de los habitantes del mundo, cayó en el olvido hasta 1920. Desde entonces, diversas investigaciones arqueológicas en Pakistán y la India han revelado una cultura urbana sofisticada con innumerables rutas de comercio interno y enlaces bien establecidos con Mesopotamia por vía marítima, con estándares bien definidos de construcción de edificios, artesanía y arte propios, infraestructuras para gestión de desechos, y un sistema de escritura en un lenguaje que aún no ha sido descifrado.

En una investigación de varios años, cuyos resultados han sido presentados recientemente, el equipo del geólogo Liviu Giosan, del Instituto Oceanográfico de Woods Hole, en Massachusetts, Estados Unidos, y el arqueólogo Dorian Fuller, del University College de Londres, reconstruyó el paisaje dinámico de la zona donde la civilización del Indo se desarrolló hace 5.200 años, donde construyó sus ciudades, y luego lentamente se desintegró hace entre 3.900 y 3.000 años.

El equipo internacional ha incluido a científicos de Estados Unidos, Reino Unido, Pakistán, India, y Rumanía, con las especialidades de geología, geomorfología, arqueología y matemáticas. Combinando datos topográficos con fotos obtenidas desde satélite, los investigadores prepararon y analizaron los mapas digitales de los terrenos de interés, los cuales luego fueron objeto de perforaciones y excavaciones in situ. Las muestras recolectadas fueron analizadas para determinar los orígenes de los sedimentos, y conocer si fueron depositados y moldeados por los ríos o por el viento, así como para averiguar su antigüedad, a fin de poder desarrollar una cronología de los cambios del paisaje.

El siguiente paso fue examinar qué cultivos sembraban y en qué parte del año, así como los cambios en el uso de la tierra y los patrones agrícolas. Estos análisis han aportado nuevos y reveladores datos sobre el proceso de desplazamiento de las poblaciones humanas hacia el este, y la decadencia de las ciudades durante la época final de la civilización del Indo.

El nuevo estudio sugiere que una disminución crónica en las lluvias monzónicas condujo a menores aportes fluviales al río y a una dinámica más débil del ciclo hidrológico, todo lo cual desempeñó un papel preponderante en el ocaso de la civilización del Indo.