Falta año y medio para el arranque de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014, todo apunta a que Rusia incumplirá sus compromisos medioambientales, denunciaron hoy a Efe ecologistas locales.

La ciudad balneario de Sochi, donde se disputarán en febrero de 2014 los próximos JJOO de Invierno, se comprometió ante el Comité Olímpico Internacional (COI) a "crear un nuevo sistema de recogida y tratamiento de los residuos sólidos" y a generar "cero residuos" durante las obras para levantar las infraestructuras.

"La promesa de no generar residuos la incumplen seguro. El COI lo sabe y cierra los ojos a esta realidad. Sochi se convertirá en la olimpiada más antiecológica de la historia", lamentó en declaraciones a Efe Surén Gazarián, portavoz de la Guardia Ecológica del Cáucaso Norte (GECN).

A poco más de cien metros de un barrio residencial está el vertedero de la localidad de Loo, el único que recoge la basura de 145 kilómetros del litoral de Sochi y que tenía que haber sido cerrado y rehabilitado.

En lugar de hacerlo, las autoridades locales han 'reconvertido' el vertedero en un polígono de residuos sólidos cuya gestión han cedido a una empresa controlada por el oligarca ruso Oleg Deripaska, investigado en España por sus relaciones con el crimen organizado.

La empresa de Deripaska, "Tonelni Otriad-44", resultó la adjudicataria para la construcción del polígono de residuos sólidos previsto en el programa de obras olímpicas y que tenía que ser habilitado en las montañas, a varios kilómetros de cualquier núcleo poblacional.

Hacer la obra de acuerdo a las normativas medioambientales requiere una gran inversión, toda vez que hay que construir varios kilómetros de carreteras y comunicaciones, por lo que el polígono fue habilitado temporalmente en unos terrenos anexos al vertedero de Loo, que de hecho ha crecido.

Cerrado oficialmente el pasado 1 de julio, el vertedero de la región olímpica sigue creciendo.

El vertedero de Adler, también en la región, "ha sido cerrado y toda la basura la llevan a Loo, que no deja de crecer", se quejó Gazarián.

Mientras, la mortalidad por oncología en los pueblos cercanos al vertedero crece a un ritmo vertiginoso, según la directora del centro rural de la localidad de Uch-Deré, Irina Bochurina, entrevistada por el diario "Izvestia".

Bochurina, que ha enterrado a sus padres fallecidos por cáncer, arrastra el mismo diagnóstico y ha superado ya varias operaciones, dice que "ahora en el pueblo (de 750 habitantes) mueren todos los años 25-30 personas, mientras que hace cinco o diez años eran dos o tres al año".

El "zar del aluminio", como llaman a Deripaska, es blanco de una investigación por parte del Ministerio ruso del Interior, que en abril empezó a estudiar los expedientes facilitados por la Justicia española, que le acusa de blanqueo de dinero en España.

Esta investigación surgió a raíz de la "operación Avispa" desarrollada en dos fases en España en 2005 y 2006 y por la que ya fueron condenados seis miembros de la mafia ruso-georgiana.