Las autoridades sanitarias de Gran Bretaña alertaron hoy por los crecientes peligros de una seria enfermedad transmitida por los gatos domésticos y que afectaría a unas 350.000 personas al año en el país.

La toxoplasmosis, enfermedad infecciosa ocasionada por el protozoo Toxoplasma gondii, un parásito intracelular obligado, puede causar infecciones leves y asintomáticas, así como infecciones mortales que afectan mayormente al feto, ocasionando la llamada toxoplasmosis congénita. También puede revestir gravedad cuando afecta a recién nacidos, ancianos y personas vulnerables por su condición de déficit de inmunidad.

La Agencia de Estándares Alimenticios (FSA, en sus siglas en inglés) pidió al gobierno generar más conciencia en la población sobre los peligros de la enfermedad, que está creciendo en el Reino Unido.

Se estima que entre una y dos personas de cada diez presentan síntomas de toxoplasmosis, que es propagada por contacto directo con gatos o a partir de comida contaminada.

La FSA indicó en un informe dado a conocer en Londres que hay una falta de información general sobre la condición, un hecho que consideró dificulta estimar el verdadero peligro de la enfermedad.

En un 80% de los casos, la persona infectada no se da cuenta de la condición y no presenta síntomas.
Otros registran síntomas similares a la gripe, pero no necesitan de tratamiento.

Sin embargo, la toxoplasmosis puede llevar a serias complicaciones en personas con debilitados sistemas inmunes, principalmente aquellas que padecen del VIH o de cáncer.

Y en las mujeres embarazadas la enfermedad puede llevar a que el bebé nazca ciego o con daños cerebrales graves, según los expertos.

El parásito Toxoplasma gondii puede entrar en la cadena alimenticia a través de la defecación del gato, contaminando la tierra, el agua y las plantas.

Los seres humanos pueden además infectarse al comer carnes no cocidas adecuadamente, provenientes de animales que portan el toxoplasma o a partir del contacto con gatos contaminados.

Una vez infectada, la persona es inmune a más infecciones por el resto de su vida.

La FSA indicó que la mejor forma de evitar la infección es utilizar guantes cuando se hacen labores de jardinería o se limpia la materia fecal de gatos, recomendó además lavar bien la fruta y verduras antes de comerlas, y cocinar apropiadamente las carnes.

Las mujeres embarazadas deberían evitar todo contacto con ovejas y corderos recién nacidos, debido a que estos también pueden propagar la enfermedad.