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Actualmente se estima que un 1 por ciento de la población española es celiaca, pero hasta un 6 por ciento puede presentar algún tipo de sensibilidad al gluten, una enfermedad de nuevo diagnóstico que no puede considerarse como una intolerancia o una alergia a esta proteína presente en los cereales pese a que les hace enfermar.

Así lo ha asegurado el doctor Gonzalo Guerra, fundador del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED), que apunta a que es una enfermedad "que produce multitud de síntomas" y, dependiendo del paciente, "puede simular otras enfermedades".

"La sensibilidad al gluten produce lo que denominamos disconfort abdominal, es decir, molestias entre las que puede estar el dolor o hinchazón abdominal, náuseas y vómitos, además de otros síntomas no directamente relacionados con el aparato digestivo como fatiga o dolor de cabeza", ha explicado.

Todos estos síntomas son "muy parecidos" a los que presenta la enfermedad celiaca lo que, unido a que es una enfermedad identificada recientemente, hace que en ocasiones se confunda con esta patología.

Para confirmar que es una sensibilidad al gluten, Guerra propone hacer un estudio genético, un estudio inmunológico, pruebas cutáneas y una biopsia abdominal.

En esto mismo ha insistido también la codirectora de la Clínica Ojeda, Isabel Ojeda, que aboga por realizar un estudio protocolizado que incluya la sospecha diagnóstica, un estudio de alergia a los cereales, una endoscopia digestiva y la toma de biopsias para su posterior análisis.

Una vez diagnosticada, la sensibilidad al gluten consta de dos fases, una primera de exclusión en la que los pacientes dejan de ingerir determinados alimentos, y una segunda fase de reintroducción en la que se indican una serie de menús para que se valore la evolución y tolerancia del paciente.