Las más altas autoridades de la dictadura militar de Augusto Pinochet solían tener contacto regular con la policía secreta del régimen, a la que informaban de actividades de los opositores e incluso le pedían confesiones de los detenidos en las mazmorras.

Según revelan archivos secretos a los que tuvo acceso la agencia alemana DPA, esa práctica era utilizada frecuentemente por funcionarios de distintos ministerios nacionales, en especial la cancillería.

Uno de los archivos revela un caso ocurrido el 10 de junio de 1987, cuando el régimen militar se preparaba para encarar el plebiscito del 5 de octubre de 1988 que terminó en la derrota electoral de Pinochet y la apertura del camino de retorno a la democracia en 1990.

Ese día el vicecanciller, brigadier Francisco Ramírez Migliassi, tomó contacto con la Central Nacional de Informaciones (CNI) y sin titubeos demandó las confesiones de los detenidos en sus calabozos, en el oficio secreto 05151.

"Se necesita saber el apoyo logístico, financiero y de entrenamiento que Cuba presta a grupos de extrema izquierda chilenos. En especial, resulta esencial contar con antecedentes que permitan demostrar cabalmente las vinculaciones de Cuba con el FPMR y el MIR, y muy especialmente si se puede proporcionar confesiones de extremistas que confirmen la conexión cubana", detalló.

Ramírez Migliassi, según consta en el libro Asociación Ilícita que publicarán los periodistas Mauricio Weibel y Carlos Dorat, adelantó a los jerarcas de la CNI que la información sería utilizada para reactivar los contactos con la comunidad cubano-americana, contraria al gobierno comunista de Fidel Castro.

"Igualmente, sería de desear contar con antecedentes respecto de la participación de Cuba en la entrega de armas ingresadas el año pasado en Carrizal Bajo", añadió en el documento remitido al director de la CNI, general Hugo Salas.

Carrizal Bajo, el nombre de una pequeña caleta de pescadores del norte de Chile, fue el lugar escogido por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) para ingresar un cuantioso cargamento de armas que sería utilizado para intentar derrotar por la vía armada al régimen de Pinochet.

No obstante, en agosto de 1986 la operación falló cuando los guerrilleros, entre quienes estaban Sergio Buschmann, Alfredo Malbrich y Claudio Molina, fueron sorprendidos por agentes de la policía secreta del régimen.

Bajo el régimen de Pinochet, quien falleció en 2006, unas 38.000 personas fueron ejecutadas, desaparecidas o torturadas, según informes oficiales emitidos en democracia.