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La agencia americana del medicamento (FDA) ha autorizado recientemente la comercialización, mediante prescripción médica, de dos nuevos fármacos para ayudar a pacientes obesos a perder peso.

En la actualidad, existe un único fármaco autorizado para combatir la obesidad: el orlistat. Este medicamento, comercializado bajo el nombre de Xenical, modifica la absorción de las grasas a nivel intestinal. El orlistat actúa en el tracto gastrointestinal inhibiendo la acción de la lipasa intestinal, y así se reduce en un 30% la absorción de los lípidos ingeridos y se facilita la pérdida de peso. Esta grasa no absorbida es eliminada vía fecal y a esto se deben sus efectos secundarios desagradables como deposiciones pastosas, urgencia fecal, aumento del ritmo deposicional o deposiciones oleosas. En España este fármaco no está cubierto por la Seguridad Social.


Comentario: este medicamento produce además alteración en la absorción de algunos nutrientes, posible daño hepático, y el nunca bien ponderado efecto rebote.


Para poder mejorar el tratamiento disponible en la actualidad, la comunidad médico científica está trabajando en la creación de nuevos fármacos más eficaces y con menos efectos secundarios.

El primer medicamento que se ha aprobado por la FDA se denomina Belviq. Actúa activando un receptor en el cerebro, la serotonina 2C, que bloquea las señales de apetito, haciendo que los pacientes se sientan llenos con pequeñas cantidades de comida. En los dos principales ensayos clínicos que se han realizado para demostrar su eficacia, los sujetos que tomaron el medicamento perdieron un promedio de 5,8% de su peso tras un año, mientras que los que tomaron un placebo perdieron un 2,5%.

Está indicado en general para el uso de aquellos adultos que tengan un índice de masa corporal de 30 o mayor, y se desaconseja su ingesta en mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Como efectos secundarios se señalan la depresión, los lapsus de memoria y las migrañas. Todavía no tenían una fecha concreta de comercialización, pero se está trabajando para ponerlo a la venda el próximo año.

Qsymia es el segundo tratamiento autorizado para la pérdida de peso por las autoridades de EEUU. Es una combinación de dos fármacos: la fentermina, que suprime el apetito, y el topiramato, un anticonvulsivo que causa una sensación de saciedad y que normalmente se receta para las migrañas y para controlar la epilepsia. En los tres grandes estudios que han alentado su aprobación (Conquer, Equip y Sequel) esta combinación de fármacos indujo mayor pérdida que el placebo, e incluso una mejoría en varios factores de riesgo cardiovascular y varios marcadores inflamatorios. Entre sus efectos secundarios figuran ansiedad, insomnio, palpitaciones, aumento de la presión arterial y efectos sobre el sistema nervioso central. Está indicado para pacientes adultos con un índice de masa corporal de al menos 30; o de al menos 27 y que además padezcan hipertensión, diabetes 2 o altos niveles de colesterol. Las autoridades de la FDA advirtieron de que la Qsymia también está contraindicado durante el embarazo porque puede causar daños al feto.

A pesar de la aprobación de estos dos fármacos por la FDA en menos de un mes, desde la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn) se advierte que el tratamiento farmacológico para tratar la obesidad debería ser la última alternativa, optando siempre primero por vías menos agresivas y más efectivas como modificar el estilo de vida, con una reducción de la ingesta calórica, una práctica regular de ejercicio físico y una correcta educación alimentaria.