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© NIANeurona dañada por la enfermedad del Alzheimer
Un equipo de investigadores ha identificado cómo la vitamina D3 y los ácidos grasos omega-3 pueden mejorar la capacidad del sistema inmunitario para limpiar el cerebro de placas amiloides, que constituyen una de las manifestaciones principales de la enfermedad de Alzheimer.

En un pequeño estudio piloto, los científicos identificaron redes de señalización y genes clave en cuya regulación intervienen la vitamina D3 y el ácido graso omega-3 DHA (ácido docosahexaenoico) que pueden ayudar a controlar la inflamación y a mejorar la eliminación de las placas amiloides.

En investigaciones previas efectuadas por el equipo, se lograron avances que ayudaron a aclarar los mecanismos principales involucrados en el papel que desempeña la vitamina D3 al eliminar a la beta-amiloide, la proteína que se encuentra en esas placas. El nuevo estudio extiende los resultados anteriores con la vitamina D3, y destaca el papel del omega-3 DHA.

El nuevo estudio, realizado por el equipo del Dr. Milan Fiala, de la Escuela David Geffen de Medicina, adscrita a la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), aporta nuevos y esclarecedores datos sobre el posible papel que desempeñan sustancias nutritivas como la vitamina D3 y el omega-3 en la lucha contra la enfermedad de Alzheimer.

Para el estudio, los científicos extrajeron muestras de sangre tanto de pacientes con Alzheimer como de sujetos sanos (el grupo de control). Luego aislaron de la sangre células del sistema inmunitario conocidas como macrófagos. Los macrófagos se ocupan de engullir la beta-amiloide y otros productos de desecho en el cerebro y en el resto del cuerpo.

El equipo incubó las células inmunitarias en presencia de la beta-amiloide. Los investigadores agregaron una forma activa de la vitamina D3 o del ácido graso omega-3 DHA a algunas de las células para medir el efecto que eso tenía en la inflamación y en la absorción de beta-amiloide.

Esas dos formas activas específicas mejoraron la capacidad de los macrófagos de las personas con enfermedad de Alzheimer para engullir la beta-amiloide, inhibiendo la muerte celular que es inducida por esta proteína.

En la investigación también han trabajado Guanghao Liu, Larry Magpantay, James Sayre, Avi Siani, Michelle Mahanian, Rachel Weitzman, Eric Hayden, Mark J. Rosenthal, Ilka Nemere, John Ringman y David B. Teplow.