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© M.J. HARTMANN, TUM
Los nanotubos de carbono se pueden utilizar como bits cuánticos para los ordenadores cuánticos. Un estudio realizado por físicos de la Universidad Técnica de Munich (TUM) ha demostrado que los nanotubos pueden almacenar información en forma de vibraciones. Hasta ahora, los investigadores han experimentado principalmente con partículas cargadas eléctricamente. Puesto que los dispositivos nanomecánicos no están cargados, son mucho menos sensibles a las interferencias eléctricas.

Utilizando fenómenos mecánicos cuánticos, los ordenadores podrían ser mucho más potentes que sus predecesores digitales clásicos. Científicos de todo el mundo están trabajando para explorar las bases para la computación cuántica. Hasta la fecha, la mayoría de los sistemas están basados en partículas eléctricamente cargadas que son capturadas en una "trampa electromagnética".

Una desventaja de estos sistemas es que son muy sensibles a las interferencias electromagnéticas y por lo tanto necesitan una amplia protección. Físicos de la Universidad Técnica de Munich han encontrado una manera en que la información se almacena y procesa la mecánica cuántica en vibraciones mecánicas.

Tocando una Nanoguitarra

Un nanotubo de carbono que se sujeta en ambos extremos puede ser excitado para oscilar. Al igual que una cuerda de guitarra, vibra durante un tiempo sorprendentemente largo.

"Uno esperaría que tal sistema sería fuertemente amortiguado, y que la vibración se calmaba rápidamente", dice Simon Rips, primer autor de la publicación. "Pero la cuerda vibra más de un millón de veces. La información es así retenida hasta un segundo. Eso es lo suficientemente largo para trabajar".

Dado que este tipo de cadena oscila entre muchos estados físicamente equivalentes, los físicos recurrieron a un truco: un campo eléctrico en las proximidades del nanotubo asegura que dos de estos estados puede ser dirigida selectivamente. La información puede asi ser escrita y leída optoelectrónicamente. "Nuestro concepto se basa en la tecnología disponible", dice Michael Hartmann, director del grupo de investigación Dinámica Cuántica en la Muenchen TU. "Podría llevarnos un paso más hacia la realización de un ordenador cuántico".