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En un nuevo estudio publicado este martes en la revista 'Nature Communications', físicos de la Universidad de California, Berkeley (Estados Unidos) y sus colegas con el experimento ALPHA de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), en Ginebra, Suiza, han informado de la primera medición directa del efecto de la gravedad sobre la antimateria, específicamente el antihidrógeno en caída libre. Aunque lejos de ser definitiva (la incertidumbre es aproximadamente cien veces la medición de espera) esta medición señala el camino hacia una respuesta definitiva a la cuestión fundamental de si la materia cae hacia arriba o hacia abajo.

La antimateria es algo extraño, ya que tiene la carga eléctrica opuesta a la materia normal y, cuando se encuentra con su contraparte, ambos se aniquilan en un destello de luz. Por ello, los físicos de Berkley se preguntan si la materia y la antimateria también se ven afectados de manera diferente por la gravedad, puesto que la antimateria podría caer hacia arriba, es decir, mostrar antigravedad, o caer hacia abajo a una velocidad diferente que la materia normal.

Casi todo el mundo, incluidos los físicos, cree que la antimateria es probable que caiga en la misma proporción que la materia normal, pero nadie ha visto si esto es cierto, dijo Joel Fajans, profesor de Física de la UC Berkeley. Si bien hay muchos indicios indirectos de que la materia y la antimateria pesan lo mismo, todos se basan en supuestos que podrían no ser correctos y algunos teóricos han argumentado que ciertos enigmas cosmológicos, como por qué hay más materia que antimateria en el universo, podrían explicarse si la antimateria cayera hacia arriba.

"Esta es la primera palabra, pero no será la última. Hemos dado los primeros pasos hacia una prueba experimental directa para responder a las preguntas que los físicos y no físicos llevan planteándose cerca de más de 50 años. Ciertamente esperamos que la antimateria caiga, pero tal vez nos sorprenda", explica Fajans.

Fajans y su compañero el profesor de Física Jonathan Wurtele emplean datos del aparato láser de antihidrógeno (ALPHA) en el CERN. El experimento captura antiprotones y los combina con antielectrones (positrones) para que los átomos de antihidrógeno, que son almacenados y estudiados por unos segundos, entren en una trampa magnética. Después, sin embargo, la trampa se apaga y los átomos caen.

Los dos investigadores se dieron cuenta de que mediante el análisis de cómo el antihidrógeno cayó en la trampa podrían determinar si la gravedad tiró del antihidrógeno de forma diferente que del hidrógeno. El antihidrógeno no se comportó extrañamente, por lo que calculan que no puede ser más de 110 veces más pesado que el hidrógeno. Si la antimateria es la antigravedad, algo que todavía no se puede descartar, no acelera hacia arriba más de 65 Gs.

"Tenemos que hacerlo mejor, y esperamos hacerlo en los próximos años", dijo Wurtele. ALPHA se está mejorando y debe proporcionar datos más precisos una vez que el experimento se vuelva a abrir en 2014.