huelga en Brasil
© AFPJóvenes manifestantes protestan contra la corrupción y la inseguridad en Niteroi, Río de Janeiro.
Las cinco mayores centrales sindicales de Brasil convocaron este martes a huelgas y manifestaciones para el próximo 11 de julio, una jornada de reivindicaciones laborales enmarcada en la ola de protestas que sacude al país hace dos semanas, indicó el martes un dirigente.

"Participarán las cinco mayores centrales sindicales del país y otras menores. No es una huelga general, algunas categorías paralizarán y otras no", declaró Paulo Pereira da Silva, presidente de Força Sindical, una de las cinco centrales que convocan a la movilización. "Además se unirá el Movimiento de los Sin Tierra", añadió el dirigente.

Representantes de las centrales sindicales se reunirán el miércoles con la presidenta Dilma Rousseff, señaló una nota de Força Sindical.

Además de esta central, en la jornada de movilizaciones participarán la Central Única de Trabajadores (CUT), la Unión General de Trabajadores (UGT), Coordinación Nacional de Luchas (Conlutas) y la Central General de Trabajadores Brasileños (CGTB).

"Queremos hacer una crítica a la política económica del gobierno, manifestarnos contra la inflación", señaló Pereira da Silva, explicando que entre las demandas que plantearan figuran la reducción de la jornada laboral, reajustes en las pensiones de los jubilados y mayores inversiones en las áreas de salud y educación, una exigencia planteada en las protestas de estos días en Brasil.

Las centrales señalan que su convocatoria no tiene relación con un llamado que circula por las redes sociales para paralizar actividades el próximo 1 de julio.

Este martes, Brasil continuaba enfrentando protestas, más pequeñas que la del jueves pasado que llevó a más de un millón de personas a la calle en varias ciudades del país.

Las movilizaciones estallaron por el alza en el precio del pasaje del transporte público - una medida revocada ya en varias ciudades - pero luego derivó en una protesta contra la corrupción, los partidos políticos, la mala calidad de los servicios y los millonarios gastos públicos en la Copa Confederaciones de la FIFA que se juega estos días en Brasil y el Mundial-2104.