El presidente boliviano reveló que el servicio de inteligencia norteamericano accedía a las cuentas de mail de las máximas autoridades de su país.

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© desconocidoEvo Morales volvió a cuestionar el inadmisible espionaje norteamericano.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, denunció ayer sábado que los servicios de inteligencia de Estados Unidos han accedido a los correos electrónicos de las "máximas autoridades" de su gobierno y reveló que no usa mensajería por internet.

"Esos agentes de inteligencia de Estados Unidos tienen correos electrónicos de nuestras máximas autoridades de Bolivia"
, afirmó Morales durante un acto público en un poblado andino, y precisó que la información la obtuvo en Montevideo, en la cumbre de Mercosur.

El mandatario boliviano manifestó que esa información se la facilitaron "algunos presidentes amigos", a quienes no identificó, en la cita en Uruguay, donde el canciller argentino Héctor Timerman también denunció espionaje a funcionarios de su país.

Morales acotó que "hacen espionaje, seguimiento para intervenir, para una intervención, para una dominación. Y ¿para qué quieren dominar?, para adueñarse de nuestros recursos naturales, esas es la historia".

El gobernante boliviano dijo que antes de ser presidente en 2006 poseía una dirección de correo electrónico, pero algunos de sus allegados le recomendaron no usar ese sistema de mensajería por internet por el riesgo de que las comunicaciones fueran interceptadas.

"Me han recomendado que no use (correo electrónico) y (lo) he cerrado, he hecho caso", remachó el gobernante. Morales sostiene reiterados roces con Estados Unidos por diferencias sobre todo ideológicas, que aumentaron después de anunciar su decisión de otorgar asilo político al prófugo estadounidense Edward Snowden, varado en el aeropuerto de Rusia.

Reiteró que le daría ese beneficio diplomático, cumpliendo "normas internacionales y acuerdos internacionales", luego de que Snowden pidió asilo político temporal a Moscú, para luego poder viajar a algún país latinoamericano, como Venezuela, Nicaragua o Bolivia, que se ofrecieron a acogerlo.

Para el gobernante boliviano, "no es ningún delito" la denuncia del exanalista de la poderosa Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA, siglas en inglés) sobre un vasto plan mundial de espionaje.