sueño
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Seguro que alguna vez os habéis preguntado por qué hay gente que tiene mucha tendencia a recordar lo que ha soñado esa noche pero otros que no tienen ni idea de que han soñado. Eso si, hay que dejar claro que siempre soñamos, y soñamos muchísimas cosas en una noche, y es posible que algunos días recordemos alguna cosa y otros no. Así pues, ¿qué dicen los estudios al respecto?

Para empezar, parece ser que aquellos individuos que tienen tendencia a recordar sus sueños también están más alerta a la hora de escuchar su nombre cuando se encuentran despiertos. Curioso, ¿verdad?

Pero como no podía ser de otra forma, los científicos no se han quedado ahí, y querían saber más. Por ello, los neurocientíficos del Centro de Investigación de Neurociencia de Francia, a cargo de Perrine Ruby, llevaron a cabo el registro de la actividad cerebral de hasta 36 personas mientras estas escuchaban melodías de fondo y de vez en cuando oían su nombre. El registro de su actividad cerebral se llevo a cabo tanto durante el sueño como durante la vigilia.

La mitad de estos participantes fueron denominados altos Recallers, porque decían recordar sus sueños todos los días; mientras que la otra mitad se denominaron bajos Recallers, pues solo recordaban sus sueños una o dos veces al mes.

Durante el sueño, ambos grupos de participantes tenían cambios similares en su actividad cerebral a la hora de escuchar su nombre, que se mencionaba con el volumen adecuado para no llegar a despertaros. Sin embargo, durante la vigilia, los altos Recallers mostraban una disminución sostenida de una de sus ondas cerebrales cuando escuchaban sus nombres: la onda alfa. Así lo comenta el neurocientífico Perrine Ruby:
"Fue sorprendente ver la diferencia entre los grupos durante la vigilia. Esta diferencia podría reflejar variaciones en los cerebros de los altos Recallers respecto a los bajos Recallers, y podría tener un papel importante en su forma de soñar"
Por otra parte, la teoría es que una disminución de esta onda alfa cerebral indica que las regiones cerebrales que responden a estímulos externos están inhibidas. Los estudios han demostrado que cuando oímos un sonido repentino o abrimos los ojos, a la vez que se activan más regiones cerebrales, la onda alfa se reduce.

Durante este mismo estudio, como ya se esperaba, ambos grupos mostraron una disminución de la onda alfa cuando escucharon sus nombres mientras estaban despiertos. La diferencia está en que los altos Recallers mostraron una disminución más prolongada de esta onda, lo que podría ser una señal de que sus cerebros están más activos cuando escuchan sus respectivos nombres.

En otras palabras, los altos Recallers serían capaces de activar más regiones cerebrales para procesar sonidos cuando están despiertos, en comparación a los bajos Recallers. Eso si, durante el sueño, la onda alfa se comporta de forma inversa y aumenta cuando se escucha un sonido repentino. No se sabe exactamente porqué sucede esto, pero los investigadores creen que se debe a que nuestro cerebro intenta protegerse de ser interrumpido por los sonidos cuando se encuentra en estado de sueño.

Como cabía esperar, los participantes mostraron un aumento de la onda alfa en respuesta a los sonidos durante el sueño, sin diferencia entre ambos grupos.

Finalmente, los investigadores también observaron que aquellos que decían recordar más veces lo que soñaban, los altos Recallers, también se despertaban un mayor número de veces durante la noche. Estaban despiertos un promedio de 30 minutos durante la noche, mientras que los bajos Recallers tan solo 14 minutos. Según Ruby, ambas cifras están en un rango normal.

Según los investigadores, los cerebros de los altos Recallers se encuentran más reactivos a los estímulos como los sonidos, por lo que podrían despertarse más facilmente, y a la vez también les sería más fácil poder recordar sus sueños si se despiertan inmediatamente después de tener uno.