A todos los miembros del mundo:

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© ReutersUn niño juega con un arma de juguete en Al Qasser, en Siria.
Escribir esta Carta me hizo recordar esos sueños que tuve en la infancia, en los cuales ante una situación adversa yo gritaba... No obstante, el grito no se escuchaba. En ocasiones tenía la sensación de que el alarido no lograba salir de mi boca... También me hizo recordar una canción que dice así: "Un cielo azul y un redondel es el retrato de un niño, y en una esquina del papel escribe el niño después: Quiero que haya sol siempre, que también haya cielo, que mamá siempre viva, que también viva yo ...soldado paz por siempre paz, los pueblos odian la guerra, si no me late el corazón, caten la misma canción..." Por cierto, de niña, esa canción me hizo soñar bonito, en un mundo lindo porque no había guerra...

Pero en esta ocasión no podemos hacer mutismo. En esta oportunidad me dirijo a los pueblos del mundo con la certeza de que no es poca la gente que en la actualidad pregona y practica la paz. Que desea escuchar una voz distinta de la invocación a la guerra que están haciendo países como EEUU o Francia. Porque los habitantes del mundo en el siglo XXI, estoy segura, conocen ya las imperfecciones, debilidades, últimos aleteos y por lo tanto las atrocidades de las que se vale el sistema en decadencia para su perpetuación. O al menos para lograr obtener un segundo aliento, cueste lo que cueste.

Es lamentable que el siglo XXI haya llegado con la arremetida de operaciones bélicas en un mundo cuyas economías - tranversalizadas por el modelo capitalista de producción- se encuentran en franca quiebra, en evidente desplome. Afganistán, Libia, Irak, Sudán, Pakistán, Yemen, Somalia, así como el apoyo a los Golpes de Estado en países como Honduras, Paraguay o Venezuela y las intervenciones de distinta naturaleza, hablan de las acciones de países con afán de legitimar su condición imperial: EEUU y sus aliados.

A esos sujetos históricos, convencidos de la necesidad de transformar la realidad global, es mi deseo decir lo siguiente:

1. Veo con especial preocupación que muchos de los habitantes de este planeta señalen que no habrá una guerra en Siria. Parece que no se han percatado de que la guerra empezó en ese país del Medio Oriente hace ya dos años. Y más aún: Que antes de finalizar la II Guerra Mundial, cuando se conformó la Liga Árabe, tanto Irak como Siria se convirtieron en blanco de los Estados Unidos. Recordemos que en ambos países había la voluntad de fomentar los vínculos entre los países árabes, asunto que no es de interés para EEUU, país para el cual cualquier señal de unidad es sencillamente resquebrajada. De allí que el llamado mundo árabe esté más dividido que en otros tiempos.

2. Vale recordar que los 22 países que conforman la Liga Árabe fijó como sus objetivos iniciales los de conseguir que el resto de estados árabes que aún se encontraban colonizados por países europeos, lograran independizarse.

3. Aunque la saña contra Siria no nos sorprende, se debe señalar que una razón fundamental, real, que sustenta la ofensiva iniciada por EEUU contra el país árabe tiene directa relación con los nuevos descubrimientos de reservas de gas y de crudo en Siria. Según Manlio Dinucci, en un trabajo titulado "Siria: la carrera por el oro negro" las reservas de petróleo ya comprobadas de Siria, ascienden a 2500 millones de barriles. Esta estimación proviene de la U.S. Energy Information Administration, conocedora de esta materia... especialmente cuando se trata del petróleo de los demás. Ese estimado hace de Siria uno de los mayores productores y exportadores potenciales de petróleo de todo el Medio Oriente. Además, Siria posee también grandes reservas de gas natural.

4. No se debe desestimar el hecho que para EEUU representa un problema el hecho que desde el año 1964, las licencias para la explotación de los yacimientos están reservadas a las empresas estatales sirias. Por cierto, esta característica, en general, representa un verdadero problema para EEUU y sus aliados, pues sus empresas no podrían invertir en ese país en los términos que les gusta hacerlo: sin mayores pagos por concepto de impuesto sobre la renta o de regalía... sin transferencia de tecnología, sin invertir en la sociedad. Pero lo peor del asunto es que a las transnacionales del petróleo el tema de la soberanía energética les resulta nada compatible.

5. En este juego de ajiley EEUU se ha planteado una táctica: ha echado el resto apostando a los "rebeldes", a quienes han ayudado con el fin de que se apoderen de los campos petrolíferos. ¿El objetivo?: preparar el terreno a futuro con el firme propósito de que los yacimientos petrolíferos queden bajo el control de las grandes compañías petroleras occidentales.

6. Como hecho realmente bochornoso, aunque esperable, la OTAN autorizó la utilización de sus bases militares para atacar Siria. El secretario general de la Organización Tratado Atlántico Norte (OTAN) - quien pasará a la historia como el mayor representante de lo que significa cinism-, Anders Fogh Rasmussen, dijo que si alguno de sus países aliados inicia un ataque militar contra Siria, podría utilizar las bases militares de ese organismo sin problema alguno.

7. Debe quedar muy claro que la acusación hecha contra el Gobierno de Siria carece de todo fundamento: legal, moral, ético, argumentativo... Al Gobierno de Siria se le imputa haber utilizado armas químicas contra su pueblo, sin haber concluido la investigación. Lo más vergonzoso del asunto es que los periodistas Dale Gavlak y Yahya Ababneh, que escriben para la agencia Mint Press, realizaron una serie de trabajos en Damasco (capital de Siria) y aseguraron que el referido ataque llevado a cabo el 21 de agosto fue ejecutado por los mercenarios que actúan en Siria y procedían de Arabia Saudí.

8. Por lo tanto, al pueblo del mundo les invito a ver la realidad de forma detenida. Los invito a reflexionar sobre la amenaza de un afianzamiento y proyección en el tiempo de la guerra en Siria, pues como ya lo he señalado, no se trata de que se avecina la guerra en ese país. La guerra llegó cuando los mercenarios y rebeldes fueron plantados allí para acometer las acciones belicistas en ese país.

9. En este momento el dolor que nos cobija debe ser impulso para la acción. Acompañado de la reflexión y el debate, el mundo entero debe poner de manifiesto su negativa a apoyar -por acción u omisión- ninguna guerra, menos aún cuando se han forzado las razones, cuando la realidad ha sido brutalmente disfrazada.

10. Debo concluir esta Carta, especie de decálogo, señalando que a los miembros de la América Meridional nos acompaña el dolor, sí, pero el mismo no se queda allí, inerme. Ese dolor nos impulsa a conocer aún más la realidad global, a indagar en torno al ímpetu de los EEUU por llenar su gran hueco fiscal mediante la guerra, la expropiación de recursos energéticos estratégicos, la toma del poder y la anulación de la soberanía de países como Siria, Irak, Afganistán, Libia... Pero el dolor, también es un sentimiento que une, incluso, al que piensa diferente. No desestimen esa máxima.