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© Gregory RetallackReconstrucción de cómo debió ser el Diskagma buttonii cuando vivía. En el gráfico se le muestra con su aspecto externo, a la izquierda, y en corte transversal, a la derecha.
Es una creencia científica bien aceptada la de que los vegetales y otras criaturas sólo han vivido en tierra firme durante los últimos 500 millones de años, millón más o millón menos, y que los paisajes de tierra firme de nuestro mundo eran, más atrás de esos 500 millones de años, casi tan yermos como la superficie actual de Marte. Sin embargo, para sorpresa de muchos, un nuevo estudio acaba de presentar evidencias de formas de vida eucariota en tierra firme
que ostentan una antigüedad nada menos que cuatro veces mayor.

Si, tal como parece, no hay errores ni explicaciones alternativas más convincentes, eso significa que hace 2.200 millones de años, cuando la Tierra tenía poco más de la mitad de la edad que tiene ahora, ya había vida relativamente compleja (eucariota) en tierra firme. Y puede que hubiera formas de vida bien adaptadas a tierra firme cientos de millones de años antes, a juzgar por otros indicios.

Las nuevas evidencias, descritas por el equipo del geólogo Gregory J. Retallack, de la Universidad de Oregón, incluyen fósiles del tamaño de cabezas de cerillas, conectados en lo que, por su forma, se podría describir como manojos de hilos, en la superficie de un antiguo suelo de Sudáfrica. A la especie, hasta ahora desconocida, representada por estos fósiles, se le ha dado el nombre de Diskagma buttonii, pero no está claro qué forma de vida eran los fósiles, tal como reconocen los propios autores del estudio.

"Ciertamente no eran plantas ni animales, sino algo bastante más simple", explica Retallack. El mayor parecido de los fósiles con criaturas actuales es el que tienen con unos organismos modernos, moradores de los suelos, de un tipo conocido como Geosiphon, que son hongos con una cavidad central llena de cianobacterias simbióticas.

Los nuevos fósiles datan de la época de la Gran Oxidación, aproximadamente hace entre 2.400 millones de años y 2.200 millones, cuando hubo un marcado aumento en la cantidad de oxígeno en la atmósfera.

El Diskagma buttonii tiene similitudes con tres organismos vivos: el moho del lodo Leocarpus fragilis, presente en la zona de Three Sisters Wilderness en Oregón, el liquen Cladonia ecmocyna, recogido cerca del lago Fishtrap en Montana, de Estados Unidos estas dos ubicaciones, y el hongo Geosiphon pyriformis, que fue descubierto cerca de Darmstadt, Alemania.

La conclusión a la que han llegado los autores del nuevo estudio es que el nuevo fósil es un candidato prometedor a ser el eucariota más antiguo conocido, o sea el primer organismo conocido con células que contienen estructuras complejas, incluyendo un núcleo diferenciado, envuelto por una membrana.

En la investigación también han trabajado Evelyn S. Krull de la CSIRO (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation) de Australia, Glenn D. Thackray de la Universidad Estatal de Idaho en Estados Unidos, y Dula Parkinson del Laboratorio Nacional estadounidense Lawrence Berkeley (Berkeley Lab), en California.