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Roma, 7 oct (PL) El director general de la FAO, José Graziano da Silva, afirmó hoy que, a pesar de la baja de precios de los alimentos, la volatilidad se mantiene en los mercados internacionales, por lo que exhortó a mantenerse alertas.

Urgen a enfrentar retos de la seguridad alimentaria mundial


"Los precios internacionales han bajado, pero todavía están por encima de sus niveles históricos y se espera que sigan siendo volátiles en los próximos años", aseveró Da Silva en la apertura de la Segunda Reunión Ministerial sobre los precios internacionales de los alimentos que comenzó aquí este lunes.

Convocado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en el evento participa una treintena de ministros de Agricultura con el objetivo de mejorar la efectividad de las medidas relacionadas con la seguridad alimentaria en el mundo.

El funcionario señaló que el encuentro se efectúa en un contexto menos preocupante que el anterior (octubre de 2012), pues "las perspectivas para los mercados internacionales de alimentos básicos parecen más tranquilas este año".

La producción de cereales, añadió, se ha recuperado y un mayor ratio entre reservas y utilización debería traer más estabilidad a los precios, en tanto el índice de la FAO para los precios de los cereales es un 20 por ciento más bajo que un año atrás.

Según la FAO, el índice de los precios de los alimentos disminuyó en septiembre en un 5,4 por ciento respecto a los niveles de principios de año, descenso que obedeció a la caída de los costos de los cereales, mientras que el costo de los productos lácteos, los aceites, la carne y el azúcar experimentó un ligero aumento.

En América Latina y el Caribe la inflación de los alimentos alcanzó el 0,5 por ciento en agosto, lo cual representa una ligera alza en relación con los meses anteriores.

Frente a este panorama, Da Silva advirtió que no hay que bajar la guardia e instó a los países a aprovechar este momento de relativa calma para prepararse frente a turbulencias futuras del mercado y encontrar soluciones duraderas a los problemas relacionados con la volatilidad de precios de los alimentos.

Explicó que dos cuestiones fundamentales para los países son la manera de ayudar a los pequeños campesinos pobres a beneficiarse del alza de los precios alimentarios y la forma de proteger a las familias de bajos ingresos que sufren como consecuencia de ello.

La situación actual ofrece una oportunidad para que los agricultores reinviertan en la agricultura, apuntó el director general, a la par de instar a que se elabore un conjunto de políticas dirigidas a asegurar a los pequeños agricultores los medios para sacar ventaja de esta situación.

La reunión ministerial coincidió con la apertura del período de sesiones del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, que se prolongará hasta el 11 de octubre en la sede de la FAO.

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