Unos noventa incendios forestales, 34 de ellos sin control, han calcinado una treintena de viviendas en la localidad australiana de Springwood, a unos 70 kilómetros al oeste de Sídney.

"Seremos afortunados si podemos salir de esto con menos de cien viviendas destruidas", dijo el comisionado del Servicio Rural de Incendios del estado de Nueva Gales del Sur, Shane Fitzsimmons, al comentar el daño causado por los frentes de llamas.

El jefe del Gobierno de Nueva Gales del Sur, Barry O'Farrell, fue aún más lejos y opinó que sería un milagro si nadie muere, desde el cuartel del Servicio Rural de Bomberos en Sídney

De momento, han resultado heridos dos bomberos y un hombre fue enviado a un hospital de Sídney por quemaduras en su rostro, según la cadena de televisión Sky News.

Las altas temperaturas, más de 34 grados centígrados, y vientos que llegaron a alcanzar los 90 kilómetros por hora convirtieron este jueves en una de las peores jornadas vividas en Nueva Gales del Sur desde los incendios del año 2001.

Solamente en la localidad de Springwood, en la zona turística de las Montañas Azules, se han perdido unas 30 viviendas, y se trata de verificar más daños en las localidades de North Doyalson, en la Costa Central; así como en Lithgow; en la región de Southern Highlands; y Port Stephens, donde se ha cerrado el aeropuerto a causa de las llamas, según la agencia de noticias AAP.

"Ha sido una jornada difícil, dañina y peligrosa y las condiciones no cambiarán rápidamente", manifestó O'Farrell.

Los incendios forestales destruyeron el fin de semana pasado seis viviendas en la localidad de Port Stephens y 47 coches en el Parque Olímpico de Sídney. Los incendios forestales en la denominada "Navidad Negra" de 2001 arrasaron unos 3.000 kilómetros cuadrados en Nueva Gales del Sur.