Comentario: Después de que el Gobierno de España aprobara el anteproyecto de la Ley de Seguridad Ciudadana, una ley que pretende reprimir las protestas y disminuir la presión social "a golpe de multa", con el objetivo de que la gente salga cada vez menos a la calle, se han desatado multitudinarias protestas en el país por parte de una ciudadanía que está muy harta de que se recorten las libertades democráticas. Se prevé multas de hasta 600.000 euros por infracciones durante las manifestaciones.

Los psicópatas en el poder, carentes de cualquier tipo de creatividad, han recurrido al mismo comodín de siempre: la independencia de Cataluña.

Este fin de semana, mientras España sale a la calle para protestar por esta ley, bautizada como 'Ley Mordaza', en los medios de comunicación españoles sólo hay un tema importante: el referéndum en Cataluña.


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Mariano Rajoy, Presidente de España, y Artur Mas i Gavarró, Presidente de Cataluña, enemigos de cara al público, pero compañeros íntimos en sus manipulaciones para controlar a los ciudadanos españoles.
Ayer ya se llegó a un acuerdo. Todas las fuerzas nacionalistas catalanas acordaron el texto y la fecha para el referéndum. Como siempre que hay un político de por medio, una pregunta que es clara y concisa adquiere ambigüedad. ¿Quiere que Cataluña sea un Estado? Tendrán que explicar qué significa esto de Estado, porque la sorpresa viene con la segunda pregunta: en caso afirmativo ¿Quiere que sea un Estado independiente? Ya la hemos liado. ¿Cómo se encaja el ser un Estado y no ser independiente?

¿Qué coño pasaría si ganara el Si-No? O sea... ¿cómo se encajaría en España el Estado Catalán? ¿Eso es lo que llaman la tercera vía? Ambigüedad política para poder seguir estirando el debate sobre la independencia, y tapando las vergüenzas de la ineptitud para sacarnos de la crisis, de la corrupción y de las políticas de polarización de riqueza.

Y fecha, el 9 de noviembre de 2014. Mariano frotándose las manos. Tres años de inoperancia legislativa escondidos tras la cortina de humo de la independencia de Cataluña. Estirarán el tema una vez pasado el plebiscito unos meses más y nos presentamos con unas elecciones anticipadas para marzo de 2015, con el debate de la independencia como telón de fondo, y la crisis... la crisis olvidada, oiga.

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© domingoplumaroja
Y papelón el del PSOE. Si no agarra a sus chicos catalanes, que se suelen calentar mucho con este tema, entrará en el debate para las elecciones de 2015 sobre la independencia, dando argumentos al PP para arrinconarle aún más. Y la respuesta Si-No es un guiño muy descarado a PSC, para que entre al trapo.

¿Y las marcas blancas? UPyD a ganar adeptos en clara competencia con el PP en el debate por la integridad territorial de ésta nuestra España, e IU como siempre, a su rollo y fuera del debate político. O lo que es lo mismo, fomento del bipartidismo, argumentario en bandeja para el PP y para los nacionalistas en Cataluña y dejamos de hablar de la crisis valorando otras cosas.

Al parecer todos ganan... excepto alguna que otra decena de millones de españoles, para los que se nos ha restringido el acceso a la democracia de tal manera que estamos viendo que tan sólo se trata de una consulta tan importante como intrascendente cada 4 años, para elegir unos gobernantes que se convierten durante ese período en pequeños dictadores al servicio de sus propios intereses, y que manejan nuestro país de espaldas a sus votantes, y que tal y cómo se han montado el txiringuito, es muy muy complicado el poder cambiar las cosas.

Y acabando con el tema de Cataluña. ¿Cómo se articula eso del Estado independiente? ¿De repente los mossos toman los aeropuertos catalanes y expulsan a la guardia civil? ¿Crean una fiscalidad aparte de la española y se administran ellos mismos su deuda? ¿cobran un arancel a los productos españoles que se vendan en España? Es tan absurdo como el pretender desplegar el ejército por las calles de Barcelona y a abatir partisanos en el Pirineo.