Enterrado en nuestro cerebro existen dos estructuras simétricas con la forma de un caballito de mar. La forma era tan parecida a estos animales que se las bautizo con el nombre de hipocampo (caballito de mar en griego antiguo). Aunque parezca una estructura más, el hipocampo ha fascinado a los científicos en las últimas décadas por su función en la memoria.
hipocampo
© Kerchak

Durante siglos se pensaba que la memoria era una función neurológica en la que participaba todo el cerebro al completo, actuando como una especie de disco duro central para nuestros recuerdos. Todo cambió con la aparición del paciente Henry Molaison o HM en 1957, al que le habían extirpado los dos hipocampos para poder aliviar su epilepsia. El paciente HM se encontraba bien en términos generales pero había perdido la posibilidad de generar nuevos recuerdos, un síntoma conocido como amnesia anterógrada. No generar nuevos recuerdos no implica perder los antiguos y HM aun recordaba todo lo sucedido antes de la operación, pero no podía recordar lo que acababa de hacer hace varios minutos.

Recientemente se ha logrado una reconstrucción del cerebro de HM para estudiarlo con más detalle. Claramente, los hipocampos eliminados en HM debían estar relacionados con la generación de memoria, pero las últimas investigaciones en pacientes similares a HM indican que esta relación entre hipocampo y memoria muy comentada en la divulgación seudocientífica quizá sea más compleja de lo que parece. Ahora mismo, neurocientíficos de todo el mundo se rascan la cabeza en su laboratorio pensando que hace exactamente el hipocampo. Aquí te contamos algunos de los últimos descubrimientos:

El hipocampo y la memoria... explicita

El caso de HM puso de manifiesto la existencia de diferentes memorias controladas por mecanismos neurológicos diferentes. Hay dos grupos principales de memoria: la memoria explicita, encargada de recordar eventos pasados; y la memoria implícita basada en recordar habilidades, como tocar un instrumento o atarse los cordones. El hipocampo juega un papel clave en la memoria explicita, por eso HM no podía generar nuevos recuerdos, pero la memoria implícita depende de otra estructura aparte llamada cerebelo. Como el cerebelo de HM estaba intacto se daba la curiosa situación en la cual HM podía aprender nuevas habilidades aunque no recordara haber practicado.

El hipocampo te hace recordar dónde has aparcado

Dentro de la memoria explicita, existe un subtipo de memoria basada en recordar rutas y lugares llamada memoria espacial. Se ha comprobado que el hipocampo tiene un papel fundamental para este tipo concreto de memoria. La especialización del hipocampo para la memoria espacial es tan grande que este tiene un tipo exclusivo de neuronas llamada células de lugar que se activan según la localización de la persona en el espacio. En un famoso estudio realizado con taxistas de Londres, se pudo comprobar que los taxistas que llevaban más años trabajando y no dependían del GPS tenían un hipocampo más desarrollado que los taxistas novatos sin conocimiento del callejero. Los taxistas deben conocer todas las calles para realizar correctamente su trabajo, eso requiere una memoria espacial entrenada y un hipocampo fortalecido.

El hipocampo te ayuda a imaginar

La investigadora Eleanor Maguire estudió a varios pacientes con los hipocampos dañados o destruidos como HM y pudo comprobar que además de una pérdida de memoria, los pacientes pierden la habilidad de imaginar lugares. Aquí hay un extracto de la entrevista de un paciente:
Investigadora: Imagina que estas tumbado en la arena en una playa tropical.

Paciente: No puedo ver nada, solo el cielo. Escucho las gaviotas y puedo oír el motor de un barco, pero nada más. Todo lo que veo es el color azul. Es como si flotara...
Según la doctora Maguire, el hipocampo podría actuar como un reproductor de vídeo para nuestros recuerdos y otras imágenes visuales, aunque sean inventadas. Según esta teoría, los pacientes sin hipocampos no pueden generar recuerdos ya que no logran reproducirlos de manera consciente. Es como si tuviéramos cientos de películas en DVD en la estantería pero carecemos de reproductor de DVD. Aunque tengamos recuerdos no lograríamos acceder a ellos.

La pérdida de hipocampo te hace mejor dibujante

Otra característica observada en los pacientes sin hipocampo es que dibujan mucho mejor que los pacientes sanos. Si se les enseña una imagen son capaces de reproducirla de manera idéntica y con todo lujo de detalles. Parece irónico teniendo en cuenta que estos pacientes olvidan sucesos en cuestión de segundos. Para entender esta habilidad en el dibujo antes hay que comprender por qué nosotros dibujamos mal. Cuando nos enseñan una foto para ser dibujada, memorizamos la imagen y usamos nuestra imagen mental como modelo para dibujar, pero a la hora de memorizar distorsionamos la imagen, olvidando detalles y cambiando el tamaño de la imagen (normalmente reducimos el tamaño de nuestro dibujo). En los pacientes sin hipocampo no hay proceso de memorización como tal, conservan la imagen el tiempo justo para dibujarla sin ser distorsionada por su recuerdo, por eso sus dibujos son mejores.

Ya sea para recordar dónde esta nuestra calle o para recordar a nuestra familia, el hipocampo aún puede darnos muchas sorpresas. Los científicos siguen asombrándose con la variedad de funciones que puede realizar esa pequeña estructura con forma de caballito de mar. Pronto tendremos más sorpresas.