Análisis realizados por científicos rusos demostraron que el meterito caído en Cheliábinsk, al suroeste de Rusia, tiene o se aproxima a la edad del sistema solar, unos cuatro mil 500 millones de años. Y tenía 30 veces el poder de la bomba de Hiroshima.
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© TelesurTVRastros del meteorito caído en Rusia hace un año.

El análisis de los fragmentos del meteorito que cayó en los Urales de Cheliábinsk, al suroeste de Rusia en febrero del 2013 reveló que su edad es aproximadamente igual a la del sistema solar, dijo Mijaíl Marov, miembro de la Academia de Ciencias de Rusia.

Precisó que los científicos establecieron la edad mediante el análisis de la composición isotópica de la sustancia. "El meteorito de Cheliábinsk tiene una edad que casi coincide con la edad del sistema solar: cuatro mil 500 millones años", informó Marov.

Al ingresar a la atmósfera, el asteroide se convirtió en objeto dotado de la energía equivalente a un millón de toneladas de TNT, es decir 30 veces el poder de la bomba atómica de Hiroshima.

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Sólo unos pocos asteroides cruzan la trayectoria de la Tierra. Muchos menos sobreviven al choque y la fricción con la atmósfera. Los que sí lo hacen, probablemente caigan en el mar, que cubre más de las dos terceras partes del planeta, o en una zona remota, como un desierto, la tundra o la Antártida.

El acontecimiento "nos dejó una cantidad colosal de información", dijo Viktor Grokhovsky de la Academia rusa de ciencias.

Los científicos estiman que el asteroide puede haber medido hasta unos 20 metros y pesado unas 13 mil toneladas.

Cámaras ayudan a la ciencia

"Gracias en particular a las grabaciones de vídeo, Cheliabinsk es uno de los 18 meteoritos con los que se pudo hacer un cálculo retroactivo de su trayectoria, para hallar de qué parte del cinturón de asteroides provino", indicó Grokhovsky al diario Rossiiskaya Gazeta.

"El asteroide se desintegró en pedazos pequeños a 45 o 30 kilómetros de altura, evitando causar mayores daños en la superficie terrestre", indicaron en noviembre pasado un grupo de científicos checos.

La trayectoria, agregan, sugiere que el meteorito fue alguna vez parte de un asteroide de unos dos kilómetros de diámetro llamado 86039, inicialmente divisado en 1999 y que regularmente volvía a pasar cerca de la Tierra.