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Se trata de una nueva combinación de nieve, lluvia congelada y aguaceros; al menos 21 murieron por la tormenta de la semana pasada.

El noreste de Estados Unidos empezó hoy a resentir el impacto de una nueva tormenta invernal desde el atlántico meridional hasta Nueva Inglaterra, con una nueva combinación de nieve, lluvia congelada y aguaceros.

El Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas de borrascas y anticipó nuevas acumulaciones de nieve aunque menores a las registradas en la precipitación del miércoles y jueves.

Los pronósticos estimaron sin embargo un impacto mayor en Nueva Inglaterra -la región del noreste que incluye Massachusetts, Vermont, Rhode Island, Maine y Connecticut-, así como en las provincias de la costa oriental de Canadá.

Las autoridades en clima pronosticaron fuertes vientos y una mayor acumulación de nieve. Al menos 21 personas perdieron la vida raíz de la tormenta de la semana pasada, además de la cancelación de más de seis mil vuelos y el cierre de centros escolares y gobiernos locales.

Más de un de Millón de hogares quedaron sin electricidad en la costa este en el punto más intenso de la tormenta y se estima que por lo menos medio millón continúan sin energía.

Por otra parte, el servicio meteorológico anticipó que la combinación de un flujo de humedad sostenido proveniente del pacífico podría mantener condiciones inestables en el noroeste de Estados Unidos y en las Rocallosas.

De acuerdo con el pronóstico, una racha de fuertes nevadas podría golpear las regiones más altas el noroeste, mientras que las zonas bajas resentirán aguaceros.

La temporada invernal ha registrado una racha de bajas temperaturas sin precedentes en las últimas dos décadas, así como la acumulación de nieve en varias zonas del noreste del país.