Los arqueólogos israelíes encontraron en los montes de Jerusalén, cerca de una carretera, las ruinas de una antigua aldea. Según 'The Jewish Times' la aldea tendría unos 2.300 años.

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El nombre de la aldea aún se desconoce, pero se ha informado que sus habitantes vivían en casas pequeñas de piedra con patios. Durante los trabajos de excavación los científicos han encontrado unas monedas, algunos utensilios de cocina de basalto y piedra caliza, calderos de barro, vasijas de cerámica para el vino y aceite, así como varias lámparas.

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