Científicos explican uno de los fenómenos más misteriosos de los mares, por qué los grandes cetáceos quedan atrapados en tierra, que ya sucedía en la época del Mioceno
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© Adam Metallo, Smithsonian Esqueletos de ballena en el yacimiento Cerro Ballena

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© SmithsonianTrabajos en Cerro-Ballena
Los varamientos masivos de ballenas han intrigado al mundo desde los tiempos de Aristóteles. En la actualidad, estos sucesos pueden ser investigados y sus causas han sido relacionadas muchas veces con la actividad del ser humano. Sin embargo, un equipo de científicos chilenos y de la Institución Smithsonian (EE.UU.) ha examinado un antiguo cementerio de mamíferos marinos en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, el primer ejemplo confirmado de varamientos masivos repetidos en el registro fósil. El sitio refleja cuatro varamientos distintos ocurridos hace entre 6 y 9 millones de años, por una causa repetida: algas tóxicas.

El sitio fue descubierto por primera vez en 2010 durante las obras de un proyecto de ampliación de la Carretera Panamericana. Un año después, los paleontólogos examinaron los fósiles y registraron lo que quedaba antes de que el yacimiento, llamado «Cerro Ballena», fuera pavimentado.

Según publican en la revista Proceedings of the Royal Society B, el equipo documentó los restos de diez tipos de vertebrados marinos. Además de los esqueletos de más de 40 grandes ballenas barbadas que dominaron el lugar, fueron documentados los restos de una especie de cachalote y de una ballena-morsa, ambas ya extinguidas. También encontraron esqueletos de peces picudos, focas y osos perezosos acuáticos.

Pero lo que más intrigó a los investigadores fue cómo los esqueletos estaban organizados. Preservados en cuatro niveles diferentes, parecía que todos habían llegado allí por una causa repetida y similar. La orientación y las condiciones de los esqueletos indicaban que los animales murieron en el mar, antes de quedar enterrados en un humedal costero.

Algas tóxicas

En la actualidad, las toxinas de floraciones de algas nocivas, como las famosas mareas rojas, son una de las causas frecuentes de varamientos masivos de una amplia variedad de grandes animales marinos. «Hay algunos ejemplos modernos muy similares a lo que observamos en Cerro Ballena. En particular, uno de los casos ocurrió a finales de los 80, cuando más de una docena de ballenas jorobadas llegaron a tierra cerca de Cape Cod (Massachusetts, EE.UU.) sin signos de traumas, pero enfermas por la caballa cargada de toxinas de la marea roja», explica Nicholas Pyenson , paleontólogo en el Museo Nacional de Historia Natural y autor principal de la investigación del Smithsonian. «La proliferación de algas dañinas en el mundo moderno puede atacar a una variedad de mamíferos marinos y grandes peces depredadores La clave para nosotros fue su carácter repetitivo en Cerro Ballena».

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© SmithsonianPaleontólogos usan un escáner láser de alta resolución para preservar digitalmente los fósiles en su contexto geológico original
La proliferación de algas dañinas es común a lo largo de las costas de los continentes. Los científicos concluyen que, muy probablemente, las toxinas generadas por las floraciones de algas nocivas envenenaron a muchos vertebrados en alta mar cerca de Cerro Ballena a finales del Mioceno (hace entre 5 y 11 millones años) a través de la ingestión de presas contaminadas o por inhalación, causando la muerte relativamente rápida en el mar.

Después, los cadáveres flotaban hacia la costa, donde quedaban varados. Una vez atrapados en la marisma, los animales muertos o moribundos estaban protegidos de los carroñeros marinos y como tampoco había grandes carroñeros terrestres en América del Sur en este momento, los cuerpos terminaban enterrados en la arena. Debido a que hay cuatro capas en Cerro Ballena, los científicos creen que este evento ocurrió en cuatro ocasiones diferentes en la misma zona durante un período de 10.000 a 16.000 años.

Según los investigadores, Cerro Ballena es uno de los yacimientos de ballenas fósiles y otros mamíferos marinos más impresionantes del mundo, ya que conserva restos de animales que nos son familiares hoy en día y de otros extintos más extraños. «El sitio es una increíble y rara instantánea de los antiguos ecosistemas marinos a lo largo de la costa de América del Sur», apunta Pyenson.

Los investigadores utilizaron tecnología 3-D para analizar los fósiles. Las imágenes han sido incluidas en una web donde los usuarios pueden contemplar o descargar los modelos de los fósiles, escanear mapas de Google Earth de las canteras de la excavación o realizar un tour de 360º por el yacimiento