La menor fue trasladada a la Iglesia Pentecostés Misionera Unción de Dios, en donde un pastor trató de exorcizarla. En el lugar, los gritos aterradores de la menor generaron temor en el pastor y los asistentes.
Finalmente la adolescente logró salir del trance en el que estuvo sumergida. La tía de la menor señaló que ella habría jugado la ouija, antes de ser poseída. Incluso la menor llegó a amenazarla con matarla, afirma.
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