Arqueólogos israelíes hicieron público el miércoles un ataúd de 3.000 años de antigüedad que contenía un anillo con un sello que llevaba el nombre de un faraón egipcio entre los restos de lo que se cree que era un noble local.

El descubrimiento el mes pasado en el valle de Jezreel, en el norte de Israel, es el primero de este tipo en la región desde hace medio siglo, y pone de manifiesto la extensa influencia egipcia al final de la Edad de Bronce, durante el reinado de Seti I, cuyo nombre aparece en el sello.

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© cortesía de la Autoridad de Antigüedades de Israel Restos del sarcófago hallado en Tel Shadud, en el valle de Jezreel (Israel)

La Autoridad de Antigüedades de Israel dijo que había fechado los restos del ataúd dañado - cuyos fragmentos de la cubierta claramente representan una cara, orejas y manos - en el siglo XIII a.C. El descubrimiento se hizo el mes pasado durante la excavación de una tubería de gas.

El arqueólogo Ron Beeri, miembro del equipo de excavación, dijo que la presencia del sello (izquierda) sugiere que los restos eran de un canaanita que habría recaudado impuestos o llevado a cabo otras labores para el antiguo Egipto.

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© Clara Amit, cortesía de la Autoridad de Antigüedades de Israel
"No podemos descartar la posibilidad de que podría ser simplemente una persona rica que conocía las costumbres de enterramiento egipcias y prefirió ser enterrado como un egipcio, pero en mi opinión, esta posibilidad es menos probable", dijo Beeri.

En el enterramiento se hallaron una daga y un platillo de bronce, algunas piezas forjadas de bronce y una serie de vasijas de arcilla, lo que sugiere que el fallecido era una persona importante en la comunidad local.

"Como la vajilla enterrada con el difunto era de producción local, creemos que el fallecido era originario de Canaán y trabajaba al servicio del gobierno egipcio", señalan las autoridades.

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© Dan Kirzner, por cortesía de la Autoridad de Antigüedades de Israel El ataúd egipcio del valle de Jezreel.
El hallazgo se considera una nueva prueba del control egipcio sobre el valle de Jezreel a finales de la Edad de Bronce, durante el siglo XIII antes de Cristo. En aquella época, la influencia egipcia estaba muy extendida en Canaán.

Seti I extendió la esfera de influencia de Egipto a través de campañas militares en lo que ahora es el norte de Israel y Siria, y el valle de Jezreel fue una gran vía de paso. Las autoridades de patrimonio están considerando realizar un análisis de ADN a los restos encontrados para determinar el origen del fallecido.