Rusia llamó en la ONU a que Occidente presione a las autoridades en Kiev para que abandonen sus planes de usar las Fuerzas Armadas contra los manifestantes en el este del país, y amenazó con ignorar la cumbre cuatripartita sobre Ucrania prevista para el 17 de abril en Ginebra si no se consigue evitar derramamiento de sangre.
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"La comunidad internacional debe exigir a los dirigentes que llegaron al poder a través del Maidan que cesen la guerra contra su propio pueblo", dijo el embajador ruso ante la ONU Vitali Churkin en la reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad sobre Ucrania convocada a instancia de Rusia.

Las autoridades en Kiev lanzaron la víspera un asalto policial contra los partidarios de la federalización y amenazaron con usar tropas si los manifestantes de la mayoría rusa en Ucrania Oriental no abandonen hoy por la mañana los edificios oficiales ocupados desde hace varios días.

Alexánder Turchínov, a quien el Parlamento de Ucrania nombró presidente en funciones, anunció en un llamamiento a la nación que el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa (CSND) de Ucrania resolvió lanzar una "operación antiterrorista de gran envergadura" en respuesta a los acontecimientos en el este del país.

Churkin instó a las autoridades de EEUU a que se pongan en contacto con Turchínov para llamarle a que abandone los planes de usar fuerza "tal y como (Washington) lo hizo anteriormente con el presidente de Ucrania Víktor Yanukovich", cuando este se disponía a usar la fuerza para reprimir las protestas de manifestantes proeuropeos.

El embajador ruso también advirtió de que el recurso a la fuerza por las autoridades en Kiev amenaza con suspender la reunión entre los jefes de las diplomacias rusa, estadounidense, ucraniana y de la UE prevista en Ginebra.

"El comienzo de las actividades bélicas en el sureste de Ucrania minaría las perspectivas de celebrar" esa reunión, aseveró Churkin.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia calificó la víspera de criminal la decisión de Kiev de emplear las Fuerzas Armadas para reprimir las manifestaciones en las regiones surorientales de Ucrania y llamó a reuniones urgentes del Consejo de Seguridad de la ONU y de la OSCE.