Cuando una estrella se mueve cerca del agujero negro central de una galaxia, se desgarra y resulta aspirada por las fuerzas gravitatorias. Los científicos han conseguido describir la dinámica de estos eventos cósmicos.
Imagen
© NASA
En un nuevo estudio, los investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia de EEUU y el Instituto Max Planck de Alemania han utilizado modelos computacionales y teóricos para analizar el proceso.

"Los agujeros negros por sí mismos no emiten luz. Nuestra mejor oportunidad de descubrirlos en las galaxias distantes es cuando interactúan con las estrellas y el gas que se encuentran a su alrededor", cuenta la autora del estudio, Tamara Bogdanovic, profesora asistente de física del Instituto de Tecnología de Georgia.

Los avances tecnológicos de las últimas décadas han permitido a los científicos observar unas pocas docenas de estas llamaradas cuando se disparan hacia fuera del centro de las galaxias. "Se encontró que este destello de luz tiene un comportamiento característico como una función del tiempo. Comienza muy brillante y después su luminosidad disminuye. Los astrónomos han identificado aquellos como galaxias, donde un agujero negro central destruyó y se 'tragó' a una estrella. Es como si un agujero negro pone un cartel que dice: 'Aquí estoy'", señala Bogdanovic.

Su equipo ha construido la secuencia de estos eventos cósmicos, que provocan erupciones masivas de luz y energía. "Hay muchas situaciones en la astrofísica cuando no podemos tener una visión de una secuencia de eventos sin simulaciones. No podemos quedarnos al lado del agujero negro y ver cómo aparece gas. Por eso, utilizamos simulaciones para aprender acerca de estos entornos lejanos y extremos", explica la investigadora.

Los resultados de su trabajo han sido publicados en la revista 'Astrophysical Journal'.