extracción de petróleo en Yasuní
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El Gobierno de Ecuador anunció en 2013 su intención de persistir en el plan de extracción de petróleo desde el Parque Nacional Yasuní en los campos ITT, argumentando que el daño será solo en un 1x1000, sin embargo un estudio realizado por el Colectivo de Geografía Crítica que contó con la especial participación de Massimo De Marchi y Eugenio Pappalardo de la Organización Geoyasuni reveló que estas cifras no corresponden más que a una sola de las muchas variables que afectan el agua, la tierra, el aire, la vida de los indígenas y biosfera.

"El 1×1000 tiene en cuenta solo una de las variables de la afectación al territorio, la deforestación causada por la infraestructura. Sin embargo, la historia petrolera de Ecuador muestra que las afectaciones no se pueden mirar solo a través de una variable", destacó el documento difundido en abril.

El equipo aclaró que se trata de un documento inicial para abrir un debate de lo que realmente significa la explotación petrolera en Yasuní. "Hay variables que no están, como los acuíferos o la colonización agraria, y otros sí tenidos en cuenta que podrían tener una afectación mayor. Los ecosistemas tienen un gran dinamismo, con una enorme cantidad de variables interdependientes que la ciencia no tiene determinadas totalmente", agrega el informe.

El equipo sumó las variables del agua en superficie y en subsuelo, el aire, las ondas sonoras, el aumento de la accesibilidad hacia la caza y la tala ilegal y los efectos de la colonización.

"Asimismo, la experiencia acumulada tras 40 años de actividad petrolera en el país dispensa simulaciones: los "accidentes" y consecuentes contaminaciones del ambiente - con sus impactos perversos en la salud y calidad de vida de los pueblos amazónicos - demuestran con ejemplos bastante actuales que no existe una tecnología de punta para extraer petróleo que garantice la afectación mínima al ambiente".

"Frente a tales incertidumbres, conviene acordarnos del artículo 73 de la Constitución del Ecuador que establece el principio de precaución", destaca el documento.

Una de las variables que se sumó es lo que en un bosque húmedo como el del bloque ITT vive un ecosistema muy diverso incluso en los troncos y las ramas de los árboles, en los agujeros en el suelo, en las orilla de los ríos, donde se refugian un sin número de anfibios, insectos, musgos, líquenes los que presupone que los efectos negativos se multipliquen en el tiempo y en el espacio.

"Hay especies asociadas a un solo árbol como algunas ranas arborícolas, miles de insectos y musgos e incluso animales más grandes como el mono pigmeo: si el árbol que es su hogar desaparece, ellas desaparecen con él", agrega el documento, destacando entre ellos al águila harpía, que hace sus nidos en los árboles de más de 30 metros de altura.

Durante la fase de explotación de petróleo, los expertos ecuatorianos destacan que existe el riesgo permanente de que ocurra un derrame de petróleo o de aguas de formación. Según el informe en la fase sísmica, si se considera el mapa de PetroEcuador de los yacimientos encontrados, la detonación de explosivos traen impacto de ruido y sobre las fuentes de agua.

A esto se suma que con los 3.000 milímetros cúbicos de agua al año que pueden acarrear, en cuestión de minutos y por grandes distancias, los contaminantes derramados en la extracción.

Esto trae varias consecuencias: "la muerte inmediata de muchas especies pero también la bioacumulación, cuando los contaminantes entran en el cuerpo de animales y plantas y no los matan. Como estas especies son comidas por otras, "los consumidores absorben los contaminantes que pasarán a otros animales cuando éstos sean a su vez comidos. La cadena trófica va esparciendo y acumulando los contaminantes en varios animales y a varios niveles", destacaron los investigadores.

Los pozos de varios miles de metros de profundidad también "tienen un gran riesgo de contaminación de los acuíferos subterráneos por la ruptura de los estratos impermeables. En el área del ITT se encuentra el acuífero de Tiyuyacu, uno de los más importantes del país tanto en extensión como en el agua que contiene".

Además las nuevas vías de apoyo de las actividades de exploración y extracción "pueden representar una facilidad para los cazadores y madereros ilegales que llegan a tener una penetración desde la vía hasta 10 kilómetros", que en forma moderada afectarían a tres kilómetros. Aún así los investigadores decidieron poner solo un radio de 500 metros de afectación por esta causa según lo propuesto por Petrobras en el documento EIA de 2003.

Alrededor de las 3 plataformas en Tiputini y Tambococha y 4 en Ishingo, se estima un kilómetro de afectación en los alrededores y quedan en riesgo todas las aguas bajo los oleoductos.

Esto significa que se drenaría y contaminaría hacia bosques inundables por el Este.

Por otro lado, el gas que acompaña al crudo y a las aguas de formación en el subsuelo cuando lo queman provoca una fuerte contaminación del aire por las cenizas y los gases expulsados en la combustión, que llegan a varios kilómetros de distancia.

El ruido de las plataformas y sus motores en la extracción así como de las estaciones de tratamiento llega hasta varios kilómetros de distancia.

Mayores peligros en el parque

No solo el bloque ITT del Parque Yasuní es el problema sino los demás que ya están en sus trabajos de extracción.

A empresas chinas, españolas y ecuatorianas están operando en los bloques 12, 14, 15, 16 y 31, en los últimos años les han prorrogado los contratos de empresas petroleras y se han aumentado las extensiones de los bloques que afectan al Parque Yasuní.

Todo esto sucedió a la par que el Gobierno promovía internacionalmente la Iniciativa Yasuní-ITT que no prosperó, y que era contraria a la exploración.

A ello la investigación apunta a que hay que sumar la XI Ronda Petrolera que pretende explotar todo el sur del parque.

Estas tierras son "un territorio perteneciente a siete nacionalidades amazónicas: los kichwa, shuar, achuar, waorani, zápara, andoas y shiwiar.

Indígenas no contactados

En un proceso nacional históricamente criticado la ampliación de la zona petrolera, recortaran a la Zona Intangible Tagaeri Taromenane (ZITT) en 2,719 hectáreas, informó De Marchi en suado en 2013.

"Por ello, el argumento de que se pretende dejar la naturaleza y los pueblos en aislamiento voluntario sin afectación ya sería muy cuestionable, independiente de la decisión sobre el bloque ITT", informó el nuevo reporte.

"Con el proyecto de explotación del ITT se está invadiendo su territorio bajo el mito de la "Amazonía vacía", que considera que los territorios ancestrales indígenas son tierra de nadie disponible a las actividades extractivas", concluyen.

Iniciativas

El proyecto petrolero en el parque Yasuní pretende extraer 225.000 barriles diarios de petróleo (275 millones de barriles anuales), y está a cargo de la empresa Petroamazona.

El grupo Amazonía Viva entregó unas 200 mil firmas en campaña petrolera del Presidente Correa, informó El Universo el 31 de marzo.

Numerosas iniciativas colectivas en contra de la actividad petrolera están reuniendo firmas para presentar al Gobierno. El día de hoy se entregarán más de 700 mil firmas reunidas por el grupo Yasunidos.

El grupo Geografía Crítica divulgó el Manifiesto de la geografía por el Yasuni: el 1 x 1000 no existe en el territorio en busca de firmas de apoyo.

El proyecto petrolero en los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT) en el Parque Yasuní, pretende extraer 225.000 barriles diarios de petróleo, lo que significan 275 millones de barriles anuales, pese a que del lugar fue declarado por la UNESCO como Reserva Mundial de la Biósfera en 1989, y ser el hogar y lugar donde se desarrollan los pueblos indígenas en aislamiento, los más de 2.274 clases de árboles y arbustos, y donde habitan animales, plantas e insectos.