La autopsia reveló los duros momentos que vivió antes de morir. El cuerpo del niño presentaba golpes, hematomas en el cuero cabelludo, heridas contuso cortantes en la zona interparietal con fractura y hundimiento de cráneo. Además presentaba signos de violación.
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Según publica diario La Voz del Interior, la autopsia reveló los duros momentos que vivió antes de morir. Fuentes judiciales informaron que la autopsia realizada en la morgue judicial del hospital 4 de Junio determinó que el cuerpo del niño presentaba golpes, hematomas en el cuero cabelludo, heridas contuso cortantes en la zona interparietal con fractura y hundimiento de cráneo. Además presentaba signos compatibles con abuso sexual, aunque se intentaba precisar si eran recientes o de antigua data.

"Existen claros indicios sobre lesiones que presenta el pequeño que reflejan la posibilidad de haber sido víctima de presuntos abusos", dijo una fuente citada en la edición web del diario Norte, según reproduce La Voz.

La principal hipótesis que manejaban hoy los investigadores es que el niño de 23 meses recibió un golpe certero y cayó a las aguas de la laguna, donde finalmente murió por "asfixia por sumersión". Asimismo, intentaban determinar si el "muy fuerte" golpe que le causó la fractura y hundimiento de cráneo fue provocado por con un trozo de madera o caño.

A raíz de los resultados de la autopsia, el fiscal Marcelo Soto, a cargo de la investigación, dispuso la detención del padre biológico del niño. El hombre, de 55 años, fue aprehendido y trasladado a la División Investigaciones de Sáenz Peña y posteriormente quedó alojado en dependencias de la comisaría segunda.