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En todo el orbe, y especialmente las fuerzas progresistas, se hacen una pregunta que parece no haber sido respondida con claridad: ¿por qué Rusia, insultada, sancionada, violadas sus fronteras, calumniada, atacadas sus legaciones diplomáticas, asesinados sus periodistas, masacrados los rusos étnicos en Ucrania, es decir, agraviada en grado extremo por la Red House y la Unión Europea, no ha reaccionado proporcionalmente?

¿Cómo es posible que un país soberano y su Gobierno acepten que un país extranjero continúe su injerencia, humillándolos al ordenarles la posición militar que deben tener sus tropas y manifieste que no las tolerará cercanas a las "fronteras propias" incluso, es decir, cercanas a los rusos originarios que habitan el este de Ucrania?(1)

Al respecto se pueden dar como mínimo cinco respuestas comprensivas, aclarando que poseen un carácter tentativo por lo complejo de la temática: una, que el Gobierno ruso no quiere arriesgarse por ningún pueblo que no sea el suyo; dos, que no posee el armamento militar o la defensa adecuada ante contrincantes fuertes; tres, que posee un alto temor ante la guerra mediática que alcanza a una parte importante del mundo; cuatro, que esta crisis la afectará de modo económico determinante y la mentalidad del capital es suprema; cinco, que sabe exactamente la inestabilidad mental de las élites transnacionales y su amenaza nuclear.

La primera respuesta, evadir su compromiso por otras naciones, no es tan evidente pues en los foros internacionales se ha sostenido una posición de defensa de los pueblos sirios, iraníes, palestinos y otros, iniciando una estrategia de relaciones justa en amplios campos de cooperación con las naciones que se encuentran más agredidas por la Casa Roja y la Tríada (Inglaterra-Francia-Alemania). El caso de Crimea demuestra que cuando hay que actuar se realiza la definición de forma precisa, concreta, definitiva, midiendo racionalmente las consecuencias presentes y futuras ante los reclamos de las grandes potencias y dejando cimentado su triunfo con celeridad. Se sabe de la detención de misiles teledirigidos contra objetivos militares sirios aplicando la tecnología rusa, lo que ha aclarado su posición ante cualquier intento de invasión, invalidando toda intervención que pretenda derrocar al mandatario elegido democráticamente.

En cuanto a la debilidad militar, la historia es muy clara: la experiencia de Rusia ha sido probada en diversos frentes y especialmente en la Segunda Guerra Mundial, donde la derrota de los nazis en Stalingrado determinó el fracaso de Hitler: no fue, como lo ha mostrado Hollywood, la armada o aviación euroatlántica la vencedora, puesto que llegaron cuando el triunfo estaba casi asegurado y, más bien, para impedir el ascenso imparable de las tropas soviéticas que "amenazaban" la Europa Occidental. La existencia de fuerzas entrenadas para combatir en tierra pertrechadas con tanques y armamento muy potente, defendidas desde el espacio aéreo y con la posibilidad de intervenir con una flota de amplio espectro, aplicando ingeniería de última generación, permitirían creer que posee una escuadra formidable. La duda es si sería suficiente, sin vincularse China u otros Estados, para enfrentar a la Alianza OTAN en una guerra convencional o de otro tipo.

Respecto al conflicto mediático, es claro que aún el poder lo poseen cadenas transnacionales que son dueñas de gran parte de las comunicaciones. Ello no implica que esa batalla se gane en esa dimensión pues la conciencia de los pueblos es fundamental cuando se hace presente para defender su soberanía o politizar la sociedad. En esta situación, independiente que la "opinión pública" pueda ser manipulada como ocurre en varios países de América Latina, por ejemplo, ello no implicaría el compromiso de los Gobiernos en una guerra que compete a una potencia que involucra a Europa como carne de cañón y que pronto se desanimaría si no ve amenaza real a sus fronteras.

Económicamente ha ocurrido un fenómeno extraordinario pues ha abierto un cosmos de opciones tanto con Asia, América y África, convirtiéndola en un líder indiscutido. Es más, las transnacionales quedan desligadas de mecanismos para engendrar primaveras violentas y apoderarse de los recursos nacionales ahora que se toma conciencia de la unidad a través del G77 y las propuestas para organizar un mercado con nuevas reglas de solidaridad, monedas diferentes al dólar, intercambio en justa proporción, la creación de bancos comunitarios y la organización de una nueva institucionalidad diferente a la ONU o reformada integralmente. Naturalmente, las sanciones disminuirán los ingresos base aunque permitirán en corto plazo recuperar la estabilidad infraestructural si se realiza un gestión inteligente desde lo financiero y productivo.

Los cuatro factores mencionados pueden adquirir mucha importancia dependiendo del prisma que se utilice para darle mayor o menor proporción a cada uno. Lo cierto es que todos serán debilitados en la medida que se retroceda en los principios fundamentales de la soberanía internacional.

Tal vez, si ninguno de los anteriores factores fuera suficiente, la única razón por la que no se responde proporcionalmente a las agresiones podría estar en que se conoce por fuentes confiables de la inestabilidad mental en las élites transnacionales y su amenaza nuclear en caso de apoyar decididamente a las repúblicas de Donetsk y Lugansk, con el objetivo de impedir el genocidio de rusos verdaderos, o sea, de su propia población.

Sería importante contextualizar esta situación con varias interrogantes: ¿cómo resolverá el régimen de Estados Unidos y las potencias europeas (Inglaterra y Alemania) la inmensa bancarrota que se les acerca a nivel económico y social?¿Será la guerra convencional, para continuar con la confrontación nuclear, las fases preestablecidas?¿No se habrán dado cuenta los propietarios de los complejos militares-financieros que la guerra en esa dimensión es un improbable para recuperar su dinastía y sostener el poder?¿Serán tan serviles los Gobiernos de países europeos, al igual que Francia, para aceptar una conflagración mundial ordenada por dichas élites?¿Existen problemas siquiátricos graves en quienes desean una escalada militar y, por ello, no pueden liderar al mundo?

Estas preguntas deben ser obligatorias para los dirigentes mundiales, especialmente para aquellos que con una racionalidad cuerda se dan cuenta que existe una tendencia suicida en la Unión Europea destinada a profundizar los conflictos con el fin de obligar a Rusia a intervenir en Ucrania, dando la razón esperada y llegada por fin, para acusar al oso ruso de injerencia en el extranjero.
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Rusia ha soportado estoicamente todas las agresiones y trampas de parte de Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Francia, para apoderarse de Ucrania y obligar a Rusia a intervenir militarmente, las cuales suman cronológicamente una cifra exorbitante: falaces negociaciones de paz el 21 de febrero con Polonia incluido, mientras preparaban el golpe de Estado para el 22; acuerdos de Ginebra para un plan de paz en abril dejados unilateralmente sin efecto, sanciones permanentes en todo campo y aún bloqueo enorme; movilización de la OTAN cercando a Rusia; intervenciones de representantes de esas potencias burlándose del presidente ruso y sus planteamientos; acusaciones sin pruebas de intervención en Ucrania, genocidio de civiles, son una parte de ello.

Conocido el mapa de bases que posee Estados unidos y la OTAN en el mundo, el régimen de Obama, en un claro intento de retar al presidente Putin, ha enviado dos bombarderos nucleares a Reino Unido más tres B-52 Stratofortress, estacionados previamente en la base de la RAF en Fairford en Gloucesterhire, provistos de misiles subsónicos AG-86 y equipados con 80 cabezas nucleares. Si se sustenta en que el danés Rassmussen definió textualmente a Rusia como enemigo, la suspensión de los servicios de navegación aérea en Austria, Alemania, República Checa y Eslovaquia por los juegos de simulación de una guerra con Rusia, se percibe que las reacciones del mandatario han de ser interpretadas con esta clave.

Por el contrario, mientras el canciller Lavrov en la ONU y a nivel presidencial han insistido reiteradamente sobre la necesidad de detener la masacre del sureste, la intervención de la Red House y sus aliados es directa, sin vergüenza, desafiante, amparándose en un factor que se supone es la supremacía militar y (o) nuclear realmente.

Cabe intentar entender en este momento la posición rusa, posiblemente con el fin de no dar pie a una escalada nuclear que es la que los "locos del poder" en Estados Unidos desean para resolver la implosión económica que les deviene y se ven imposibilitados de ocultarla o simplemente "resolverla" al declarar una guerra directa.

Es importante recordar que dentro de sus mentes torcidas es factible que los análisis que hacen sean los siguientes: la guerra es lejos de nuestras fronteras, no tocarán a los EE.UU. pues poseemos escudos nucleares, los tontos-imbéciles de Europa se sacrificarán por nosotros, incluido Israel, Inglaterra, Alemania y los becerros de Francia; se exterminarán entre europeos, rusos, chinos, japoneses, mientras nosotros estamos libres o enviamos obreros de clase baja e inmigrantes de América. Luego, cuando las fuerzas estén desgastadas, allí se intervendrá con toda potencia para continuar el modelo neoliberal dictatorial de expoliación mundial, dando la victoria a Occidente y, de nuevo, resolver "el mundo de la libertad" al gusto. Así, se destruirá la oposición y ansias de soberanía, democracia y libertad de Irán, China, Rusia, Venezuela, Bolivia, y todos los que deseen su liberación. No es descabellado pensarlo.

Tal como lo hemos sostenido desde hace un tiempo largo, y ahora confirmado por diversos análisis (2), desafortunadamente el presidente Obama se encuentra en una situación que lo ha puesto racionalmente en entredicho -denominado realidad paralela- lo que indica que su comportamiento es errático, por lo cual no ofrece ninguna seguridad en sus apreciaciones y, más bien, hay que entenderlas en su opuesto. No es anticientífico relacionar un cabello encanecido en menos de cuatro años, producto de tensiones inmensas, con una actuación sin equilibrio intelectual o lógico. Es aún más delicado si se considera lo que ocurre actualmente a través de criterios geopolíticos determinados humanológicamente por lo que se considera "escena de pánico", lo que puede conducir a decisiones propias de ambición desmedida.

Hay que reiterar que la incertidumbre que se presenta en la no reacción de Rusia, preocupa ya que la violencia hacia esta es tal que la Red House ha sentenciado que no aceptarán la intervención de las fuerzas militares rusas en el este de Ucrania, tal como lo manifestó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.

Por tanto, es fundamental insistir en el perfil siquiátrico de los líderes transnacionales de las potencias puesto que de las órdenes emanadas en tanto superiores y acatadas por Obama, Merkel, Cameron, tiene gran significación pues existe un "alzhéimer histórico" demasiado profundo que les impide tener conciencia de que su lógica está desviada, tal como la locura lo expone. No darse cuenta que se apoya la usurpación de las Malvinas y se cuestiona a Crimea está por fuera de toda percepción normal; poseer un campo de concentración en Guantánamo y una Escuela de Las Américas donde se tortura (independientemente de su cambio de nombre), o se tienen presos políticos sin juicio justo y, a su vez, criticar la prisión de un delincuente que desea un golpe de Estado violento en Venezuela, indica que los límites están sobrepasados verdaderamente. Lo más grave es apoyar el terrorismo y negarlo como si fuera un peligro, lo que indica que se está ante personajes con problemáticas graves desde lo mental.

La respuesta a la no intervención de Rusia puede estar relacionada con la desconfianza en la actuación de personas que siquiátricamente no poseen escrúpulos para torturar, asesinar, quemar, matar niños o civiles indefensos, pues ya lo han hecho durante muchos siglos y en sus propias colonias, los que actúan con reacciones desproporcionadas.

En esta dirección, si se establece corredores humanitarios en las fronteras del este ucraniano, como un resultado de la responsabilidad histórica de Rusia, y Occidente no los acepta, podría ocurrir una guerra limitada con armas convencionales; la derrota de Rusia conduciría obviamente a una respuesta nuclear o viceversa, conduciendo a un desenlace sin precedentes. La otra opción es que se acepte que Ucrania ya no es la misma y que los conflictos existentes se tendrán que ir resolviendo en una combinación de tensión y diálogo permanente, sometido a las posiciones ganadas.

La hipótesis es que el Gobierno de Vladimir Putin no se enfrenta a un enemigo peligroso solamente, sino que con serias interferencias de carácter mental e intelectual, lo que agrava la situación pues no se conoce su reacción normal. Mentalmente agresión, insultos, amenazas, son propios de personalidades paranoides; intelectualmente no se puede explicar de modo lógico las operaciones cerebrales, tal como ocurre con las frecuentes declaraciones del Departamento de Estado negando la realidad de su creación y apoyo al EIIL en Siria y el desarrollo del terrorismo en Irak.

¿Qué hacer?

Todas las naciones con Gobiernos soberanos que desean la paz mundial tienen que actuar decididamente y poner sobre el tapete el peligro nuclear existente puesto que los niveles de agresividad sobrepasan todo lo permitido: cortar el agua y la luz a una ciudad, destruir un pueblo, asesinar a civiles, calcinar a los opositores, usar sicarios para eliminar activistas, no puede ser permitido ni dejarse a declaraciones formales simplemente.

Hoy debe haber una campaña organizada por el G77 exponiendo esos planes, para establecer una política coordinada a nivel mundial que explicite y difunda los intentos de las potencias para resolver sus problemas económicos amenazando con la guerra nuclear. Analistas serios se interrogan si no será el momento que China y Rusia, en una unidad visible, realicen un manifiesto de defensa de la soberanía y supervivencia del mundo actual, complementado por la mayoría de naciones que desean un destino armónico para el orbe, avanzando sin temores en acciones que estimulen la soberanía y la descolonización, tal vez la única estrategia para detener los intentos de la destrucción humana por parte de organizaciones dictatoriales.

Más allá de las denuncias, protestas enérgicas, apertura de investigaciones, exigencias, calificación de unilateralidad, indicaciones de hipocresías, las que están ubicadas de modo cercano en el plano retórico pues no conducen a algo concreto que disuada efectivamente al adversario, se considera que Rusia debe otorgar, al igual que otras naciones, apoyo a las provincias del sudeste para ser libres, lo que implica una responsabilidad inmensa ante el mundo. Rusia tiene la oportunidad histórica en este nuevo siglo de establecer corredores humanitarios para defender a las repúblicas populares rusas de la masacre a la que son sometidas.

Frente a un poder tan inmenso de los Medios particulares, donde incentivan confrontaciones, deforman la realidad, movilizan los sentimientos populares, cabe ya la pregunta si los Gobiernos soberanos deben exigir o crear una legislación en cada país que sancione directamente a aquellos que no se ajusten a la verdad de los hechos y que contribuyen a la zozobra de la sociedad.

Los dirigentes gubernamentales que representan el sistema capitalista neoliberal arrojan una duda intelectual inmensa: no se han dado cuenta que sus mecanismos austericidas provocan la crisis de su mismo sistema (3), o sí lo saben y se encuentran en una encrucijada respecto a la decisión que deberían ética y humanamente tomar. Seguramente conocen que la paz es el mejor camino para la Humanidad... aunque se resisten a aceptar que el mundo pueda ser mejor y más confiable. Por ello, de las interrogantes y sus posibles respuestas se deducirá el presente de este mundo imperfecto y extraordinario que nos debería acoger por miles de años, por sobre la mentalidad absurda, vengativa y desquiciada de personas llenas de maldad en su interioridad ideológica.

Cuando Derek Chollet, Secretario adjunto del Departamento de Defensa de Estados Unidos, coordina en Kiev la represión militar y Polonia está dirigiendo las operaciones militares en Ucrania, la injerencia es evidente pese a sus acusaciones al Gobierno ruso. Ya ha sido comprobado que empresas privadas de seguridad o simplemente agencias reclutadoras de mercenarios, que seleccionan, entrenan y ponen en acción a sus "funcionarios" armados para la función que se les destine a través de negocios o contratos... especialmente de carácter terrorista, están actuando al servicio de Poroshenko. Por eso, no ha sorprendido a Estados Unidos, ni es negativo para sus intereses, el avance terrorista del EIIL, ya que se ha confirmado que sus líderes tuvieron entrenamiento de la OTAN y que el objetivo es la balcanización o separación territorial de Irak en tres Estados diferentes.

Ante esta grave situación que combina la guerra convencional con la nuclear, unido a la hipocresía y la falsedad de la negociación de la Red House y sus aliados, es preciso saber que sin guerras el mercado capitalista se destruye rápidamente, lo que presiona la creación de tantos focos de conflagración. Esta realidad incuestionable se combina con que un sector élite es consciente de la realidad y la necesidad de entrar a realizar reglas más justas de intercambio comercial, de relaciones políticas y de estabilidad internacional. Sin embargo, si la línea de los halcones, con sus garras desalmadas y sus fauces dispuestas a devorar la justicia necesaria a las naciones y los seres humanos se impone, la amenaza nuclear está muy cercana. Ojalá que la pobreza que asolará a Estados Unidos en tiempos próximos no sea un detonante de la hecatombe del planeta.

Finalmente una conclusión de principio: el texto anterior puede convertirse en una visión explicativa del rol trascendente que Rusia juega en este momento en el plano internacional, aunque no cubre las respuestas exactas que son del orden estratégico reservado de una nación. Lo esencial es que se logre aportar concretamente en la defensa de una región bombardeada y en peligro de exterminio total puesto que los niños, el germen de la sociedad, no son responsables de la existencia procaz de una mentalidad que considera a nuestro mundo como un objeto de expoliación y quienes tienen que ser desterrados del poder omnímodo para convertirlos en ciudadanos de pacificación. La amenaza nuclear existe y los senderos de resolución también.
1. http://hispantv.com/detail/2014/06/21/276756/eeuu-no-soporta-presencia-tropas-rusas-cerca-ucrania
2. http://www.contrainjerencia.com/?p=88896
3. Se ha intentado ligar a teorías conspirativas sin soporte científico las afirmaciones según las cuales ya se habría realizado una estructura subterránea por parte de nodos de control transnacional, con el fin de proteger a sus familias en caso de una conflagración mundial de carácter nuclear, lo cual está dentro de lo posible. Se ha informado que en la isla noruega de Svalvard se ha creado un banco de germoplasma vegetal integral con el que se podría reforestar la tierra nuevamente... dudas penetrantes al saber del robo genético de ADN de tribus indígenas en América Latina.