Arqueólogos en Noruega acaban de hacer uno de los descubrimientos arqueológicos más extraños de los últimos años, una calavera de 8,000 años de antigüedad cuyo interior alberga una sustancia gris que sería nada más y nada menos que los restos preservados del cerebro del individuo.
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© Hans Petter Reppe/NRKPosible trozo de hueso de la cadera
De acuerdo a The Local, el sitio de excavación donde se encontró está ubicado en Stokke, al suroeste de Oslo.

Si los análisis confirman que, de hecho, lo que contiene la calavera son restos de materia gris, entonces ésta pasaría a ser una de las más antiguas jamás halladas. Además, los científicos podrían estudiar el cerebro para reconstruir las últimas horas del dueño del cráneo como así también revelar enfermedades o condiciones patológicas como tumores y hemorragias.

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© Hans Petter Reppe/NRK
No es común encontrar un cerebro preservado de tanta antigüedad debido a que el tejido cerebral es rico en enzimas, las cuales causan que las células se descompongan rápidamente tras la muerte. Sin embargo, bajo condiciones especiales, el proceso de descomposición puede desacelerarse de manera notable. Por ejemplo, tejido cerebral ha sido hallado en el cuerpo preservado de una niña inca sacrificada hace 500 años atrás. Su cuerpo fue encontrado en la cima de una montaña de los Andes, donde la niña se congeló raudamente preservando así su cerebro.
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© DesconocidoMomia de niña inca
La calavera desenterrada en Noruega estaba en un asentamiento de la Edad de Piedra en donde los arqueólogos han hallado numerosos artefactos y huesos. Análisis preliminares dataron a la calavera en el año 5,900 a.C., aunque deberán efectuarse más pruebas para confirmarlo.

A pesar de que los científicos piensan que se trata de una calavera humana perteneciente a un niño, el estado fragmentario que muestran los restos hacen que aún no puedan descartarse otras posibilidades, como que se trate del cráneo de un animal.

"Tenemos la oportunidad de arrojar luz sobre esta porción de la Edad de Piedra de la cual no sabemos demasiado; y el hecho que estemos descubriendo un montón de cosas extraordinarias, lo hace algo muy especial", dijo Gaute Reitan, líder de la excavación.

En el caso que los futuros análisis revelen que se trata de un cerebro humano, el hallazgo proveería evidencias sobre las condiciones de vida durante la Edad de Piedra en Noruega. Asimismo, también ayudaría al estudio de las condiciones de salud imperantes en tan remonta época de nuestra historia.