El miliciano que hoy combate con el Estado Islámico en Siria ha publicado la imagen en Twitter. El primer ministro australiano Tony Abbott ve en la foto una prueba más "de lo bárbara que es esta entidad", que también actúa en Irak.
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© KHALED SHARRUF (Twitter)El chico, con la cabeza de un soldado en Raqqa (Siria).
La fotografía de un niño sujetando la cabeza decapitada de un soldado sirio, publicada en Twitter por el padre del menor, el yihadista australiano Jaled Sharrouf, y difundida por medios australianos e internacionales este lunes ha motivado incluso la intervención del primer ministro de este país, Tony Abbott. A su juicio, la imagen supone "más pruebas de lo bárbara que es esta entidad", que sigue sembrando el pánico en Irak, donde EEUU ya le hace frente con medios aéreos.

El periodico The Australian asegura que el niño de siete años es el hijo del yihadista australiano, que tomó la imagen en la ciudad de Raqqa, al norte de Siria, y fue publicada la semana pasada en la cuenta deTwitter de Sharrouf, el terrorista más buscado de Australia que se marchó a Siria el año pasado y ahora es un combatiente del Estado Islámico.

La fotografía era una "prueba bastante gráfica de la amenaza real que el ISIL representa", dijo el secretario de Defensa estadounidense Chuck Hagel, antes de las consultas ministeriales anuales de Australia y Estados Unidos en Sidney.

El Gobierno australiano cree que al menos 150 de sus ciudadanos están participando o apoyando activamente la lucha del Estado Islámico en Siria e Irak. El mes pasado comunicó que iba a poner al Estado Islámico en su lista de organizaciones terroristas prohibidas, como ya han hecho otros países.

Estados Unidos está explorando diferentes opciones para evacuar a miles de civiles iraquíes atrapados por los milicianos islámicos en una cordillera de montañas desértica en el norte de Irak, después de cuatro noches de envíos aéreos de ayuda, según aseguraron el domingo fuentes del Gobierno estadounidense.

Australia, junto con Francia y Reino Unido, ha ofrecido asistencia para proporcionar ayuda a la gente atrapada. Aunque los envíos parecen haber logrado hacer llegar la ayuda urgente que era necesaria, las duras condiciones de la cordillera Sinjar en pleno verano han quitado la vida a muchos miembros de la minoría yazidi iraquí, amenazada por los milicianos extremistas del Estado Islámico; la milicia a la que pertenece Sharrouf.