Una de las 31 personas encontradas este sábado por la mañana en el interior de un contenedor en el puerto de Tilbury, al sur de Inglaterra, ha fallecido y otras dos han sido hospitalizadas con problemas importantes de salud y otras 17 han sido atendidas en el hospital de Basildon.

En el grupo de personas encontradas había hombres, mujeres y niños y niñas. Aún no se ha informado de sus nacionalidades ni de las circunstancias del hallazgo pero todo apunta a que se trata de personas que trataban de entrar ilegalmente en Reino Unido. Se encontraban en el interior de un contenedor en un barco que había llegado desde el puerto belga de Zeebrugge a Tilbury, en Essex, en la desembocadura del Támesis.


El servicio de ambulancias de East Anglia fue alertado a las 6.37 de la mañana del sábado y envió al puerto siete ambulancias, dos coches de respuesta rápida, dos médicos y un equipo de intervención en zonas peligrosas.

La policía de Essex, que está al cargo de las investigaciones, emitió un comunicado en el que confirmó que "31 personas, incluidos adultos y niños de ambos géneros, fueron encontrados en el interior" del contenedor. "Desgraciadamente, un hombre ha fallecido y otros tienen problemas significativos de salud. Están siendo tratados por los equipos del servicio de ambulancias y están siendo trasladados a hospitales locales". Un portavoz del puerto de Tilbury no quiso hacer comentarios porque "se trata de un asunto de la policía y de la fuerza de fronteras".

No es la primera vez que inmigrantes sin papeles tratan de cruzar la frontera en contenedores de barcos, en ocasiones con resultados trágicos. En 2001 ocho refugiados, incluidos dos niños, fueron encontrados muertos dentro de un contenedor en el puerto irlandés de Rosslare, en el que había otras cinco personas.

El pasado año 14 subsaharianos, de entre 19 y 23 años, fueron localizados dentro de dos contenedores de un barco procedente de Ghana y que recaló en Algeciras (Cádiz). En enero pasado nueve hombres, de entre 19 y 48 años, de origen marroquí. fueron hallados en un contenedor en el puerto de Barcelona.