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© Médicos protegidos contra el ébola en Nigeria
Manuela Cavero, médico de Cruz Roja en Sierra Leona, es cooperante desde hace 20 años y lleva ya una semana atendiendo a pacientes con ébola, nos cuenta cómo se lucha contra la epidemia desde el terreno.

En Africa Occidental el ébola se ha cobrado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vida de 1.229 y son ya 2.240 los casos detectados en los cuatro países donde se extiende la epidemia. La OMS ha hecho un llamamiento para extremar las medidas de vigilancia y el control en las fronteras.

Manuela Cavero, médico española cooperante de Cruz Roja, cuentan que dentro del traje aislante obligatorio, la temperatura supera los 40 grados y los cuatro médicos de la OMS que atienden el hospital de Kénemá, en Sierra Leona, hacen turnos insufribles de cinco horas para atender a los 59 enfermos de ébola confirmados y a los 17 probables que ocupan el centro. Asegura que todo el personal sanitario local huyó del hospital ante la avalancha de contagios.

Cruz Roja, junto a la OMS y a Médicos sin Fronteras levantan en la zona un hospital de campaña para atención exclusiva del ébola porque la mortalidad del virus en la zona, dice, es salvaje.

Manuela colabora además en el filtrado de pacientes antes de su ingreso hospitalario. Los primeros exámenes los hacen a metro y medio de los enfermos, después las medidas de seguridad se multiplican. Asegura que la población local no tiene miedo ni cunde el desánimo que sí inunda a los médicos. La doctora Cavero lleva una semana atendiendo a pacientes con ébola. Ella insiste en que el riesgo es bajo si se es escrupuloso en la seguridad. En Sierra Leona 365 personas han fallecido a causa del ébola.