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© EFEFotografía facilitada por la Guardia Civil de la localidad madrileña de Villa del Prado que ha denunciado al propietario de 58 de perros de caza por un supuesto delito de maltrato animal.
Tenía hacinados a los animales en un recinto de apenas 30 metros cuadrados, sin apenas alimentación, muchos con heridas y algunos de ellos con las orejas cortadas a cuchillo.

Agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Puesto de Villa del Prado, en colaboración con los servicios municipales de la localidad, han imputado a una persona un delito de maltrato animal tras localizar ayer por la tarde a dos perros muertos, en avanzado estado de descomposición y cincuenta y seis animales vivos que fueron trasladados hasta diferentes protectoras, donde serán tratados por expertos.

En la tarde del lunes, agentes del Puesto de Villa del Prado, coordinados con los servicios municipales, y tras tener conocimiento de la situación que pudieran estar sufriendo varios perros, los cuales estaban hacinados en una finca de la localidad. Los agentes procedieron a realizar una inspección en el lugar, situado a las afueras del pueblo, donde comprobaron las malas condiciones higiénico-sanitarias y alimentarias en las que se encontraban los canes, localizándose los cadáveres de dos perros en las inmediaciones de la finca.

Debido a la falta de cuidados y alimentos que presentaban los animales, la Guardia Civil ha imputado a su propietario un delito continuado de maltrato animal.

En el operativo, participaron veterinarios del Ayuntamiento de Villa del Prado, Policía Local del municipio, el Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) y el Puesto de la Guardia Civil de la localidad. La colaboración de más de 10 asociaciones ha hecho posible el rescate de todos los perros que ya están a salvo en los distintos albergues. Según ha informado en una nota de prensa la Federación de Asociación Protectoras de Animales de la Comunidad de Madrid (FAPAM), las instalaciones de Villa del Prado carecían de núcleo zoológico, los perros estaban atados, algunos de ellos sin ningún tipo de protección del sol ni de la lluvia.

Los perros estaban atados, el pienso se mezclaba con orines y el agua de beber estaba verde

Además, las bolas de pienso se mezclaban con las heces y orines de los perros, el agua estaba verde al llevar días estancada. Los animales presentaban diversas heridas sin recibir atención veterinaria. El caso más grave es el de un macho con heridas en los testículos llenas de gusanos. Los perros eran utilizados para cacerías, estaban en unas condiciones de total abandono y con mucho miedo por el trato que recibían de su propietario. Dos perros yacían muertos en las instalaciones, uno de ellos con claras heridas por todo el cuerpo.

"Los rehaleros por regla general se sienten totalmente impunes. En este caso, estando la Guardia Civil desalojando sus perros y sabiendo que iba a ser imputado por un delito de maltrato animal, este individuo me dijo claramente sin ningún tipo de vergüenza, que iba a volver a meter perros en las instalaciones, hecho que pusimos de inmediato en conocimiento de personal del Ayuntamiento para que puedan estar pendientes de que no vuelvan a pasar por este calvario otros perros", ha afirmado Matilde Cubillo, presidenta de FAPAM.

Según ha relatado otra protectora, en este caso El Refugio, la mitad de los perros no llevaba microchip y todos malvivían hacinados en un recinto de apenas 30 metros cuadrados, en grupos de hasta siete perros, en cheniles de 2 x 1 metros. "La podredumbre más absoluta ha sido el entorno permanente en la vida de estos animales. Casi una veintena de ellos tuvieron que ser trasladados con carácter de urgencia para proceder a su hospitalización debido a su crítico estado de salud. A varios de ellos les habían cortado las orejas a cuchillo, y también fueron encontrados en el recinto varios cadáveres de perros, alguno en avanzado estado de putrefacción", ha relatado el presidente de la asociación, Nacho Paunero.

De hecho, el Refugio se va presentará como acusación en el procedimiento judicial que se celebrará próximamente. Según Panunero, el imputado negó que los animales fueran suyos y que los utilizara para cazar. "Llevamos 18 años insistiendo en que el entorno de la caza es el principal foco del problema de maltrato y abandono de perros en España: masacres estacionales de galgos al final de la temporada de caza, abandono de miles de perras que no les sirven para cazar y acaban preñadas de hasta diez cachorros que nacerán en situación de abandono, pero además el entorno rural español está plagado de lugares infectos como el que ha sido denunciado en Villa del Prado, que no están sometidos a ningún tipo de control", ha aseverado. La protectora El Refugio está inmersa en cerca de 100 procedimientos penales, civiles y administrativos en diferentes comunidades autónomas.