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Aunque a simple vista no los veamos, están por todas partes. Se trata de un ejército invisible de "bichillos" que campan a sus anchas en cualquier lugar, incluso donde menos te lo esperas. Hablamos de los microbios, pequeñas formas de vida que se encuentran por doquier.

Podríamos decir que todos nosotros somos sus invitados, pues los microbios llevan aquí desde hace muchísimo tiempo. Colonizan todo lo que pillan, e incluso los tienes viviendo plácidamente en tu cuerpo.

De hecho, si comparamos el número de nuestras células con el número de microbios que habitan en nuestro cuerpo, estos nos ganan por goleada. Con cada paso que damos transportamos más células extranjeras que propias.

La verdad es que estos microorganismos están muy contentos de estar con nosotros. Si pudieran sonreír, no dudéis en que lo harían. Fundamentalmente les proporcionamos nutrientes y un lugar en el que vivir. Pero, ¿deberíamos estar nosotros igual de felices con ellos?

Claro que sí, gracias a ellos nos beneficiamos de una serie de ventajas muy importantes como ahora comentaremos. En concreto, nos vamos a referir a las bacterias que viven en nuestras tripas, la flora intestinal, ya que aquí se concentran una gran cantidad de microorganismos que cumplen diversas funciones.

No es la primera vez que hablamos en el blog sobre estos microbios que viven en nuestro tubo digestivo. En un artículo anterior ya explicamos que las bacterias intestinales podrían prevenir la obesidad.

Cabe destacar que la flora intestinal la podemos reforzar si ingerimos unos alimentos que contienen microbios buenos listos para colonizar nuestro aparato digestivo: los probióticos, nombre que utilizaré de aquí en adelante.

Los científicos, en su afán por descubrir los beneficios de estos microorganismos, han llevado a cabo recientemente unos estudios analizando cómo los probióticos pueden mejorar nuestras vidas. ¿Cuáles son los beneficios que han hallado?

1. Previenen la diabetes tipo 2

La diabetes tipo 2 ocurre cuando la insulina no puede actuar debidamente por la resistencia del cuerpo a esta hormona por desórdenes metabólicos.

Un estudio científico que se publicó el año pasado en Journal of Biological Chemistry concluyó que una dosis diaria de probióticos puede ayudar a prevenir la diabetes tipo 2.

2. Previenen las infecciones urinarias

De acuerdo a una revisión realizada en 2006 y que fue publicada en la revista Drugs, los probióticos son capaces de prevenir las infecciones urinarias que tan frecuentes son en las mujeres.

3. Previenen las alergias

En 2013 se publicó en la revista Pediatrics los resultados de un estudio que mostraron que los probióticos son capaces de reducir las probabilidades de que los niños desarrollen alergias si las madres habían tomado probióticos durante el embarazo.

4. Mejoran nuestras defensas

Los probióticos también pueden incrementar la actividad del sistema inmune de los ancianos, tal y como demostró un estudio que se publicó a principios de este año en Journal of Nutritional Science.

5. Previenen las infecciones vaginales

En las mujeres se ha descubierto que los probióticos, en concreto varias especies de Lactobacillus, pueden ayudar a luchar contra un hongo que frecuentemente produce infecciones vaginales, el hongo del género Candida.

Este estudio se publicó el pasado mes de febrero en Journal of Applied Microbiology.