El gobierno de México activó un millonario plan de acción para auxiliar a la población afectada por el poderoso huracán Odile en la península de Baja California, muy visitada por turistas extranjeros, que sufrió la peor destrucción registrada en su historia, anunció el presidente Enrique Peña en la zona del desastre natural.

El presidente dijo en una reunión de evaluación en la ciudad turística de Los Cabos que hay desabastecimiento de alimentos, de energía eléctrica y de agua potable en la zona en la que impactó el huracán; pero se evitaron muertes de personas.
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© REUTERS/ Mexico Presidency/Handout via Reuters
"Estamos tomando acciones, para reinstalar lo más pronto posible el suministro de agua potable, de energía eléctrica, de abastecimientos de víveres, de apoyo a las viviendas afectadas", dijo el mandatario, quien voló a la península fronteriza con EEUU (1.200 km al noroeste) con buena parte de su gabinete de gobierno.

"Baja California Sur nunca había sufrido un daño de esta naturaleza", dijo al presidente el gobernador de ese estado, Marcos Covarrubias, que tiene en el turismo extranjero y nacional uno de sus principales ingresos.

Este miércoles continúa el puente aéreo de aviones militares y aerolíneas civiles para trasladar unos 26 mil turistas extranjeros, la mayoría de EEUU, Canadá y Gran Bretaña, y unos 4.000 mexicanos que quedaron aislados, tras el impacto del huracán con vientos sostenidos de 175 km/h racha, que se ha degradado a tormenta tropical tras tocar tierra.

Acción urgente

La reacción del gobierno de Peña ante el desastre ha sido inmediata, tras las críticas en la opinión pública por la tragedia ocurrida exactamente hace un año, durante las fiestas patrias del 15 de septiembre, cuando los ciclones tropicales Ingrid y Manuel causaron más de 150 muertos en el estado de Guerrero (sur), y las medidas preventivas fueron precarias.

La instalación de albergues para más de 11 mil personas que fueron desplazadas de zonas de gran vulnerabilidad, "permitió que no hubiera ninguna víctima (...) hubo saldo blanco", reportó la Presidencia en un comunicado.

El gobierno anunció que a más tardar en cuatro días se recuperará el 95 por ciento de los servicios de energía eléctrica dañados. "Más del 92 por ciento de la población fue afectada en el suministro eléctrico; es decir, más de 239 mil usuarios", dijo el director general de la Comisión Federal de Electricidad, Enrique Ochoa.

La infraestructura hídrica de Baja California Sur funcionará con la operación de 26 pozos de agua potable que hay en la región más afectada por el huracán.

El gobierno enviará equipos portátiles de generación de energía para operar los pozos de agua, anunció a su turno el Director General de la Comisión Nacional de Agua, David Korenfeld Federman.

Inversión inmediata en turismo

El gobierno lanzó a la vez tres programas urgentes de aliento a la inversión productiva en Baja California Sur, con préstamos millonarios y postergación de impuestos, anunció el secretario de Hacienda (Finanzas), Luis Videgaray en Los Cabos.

El jefe de las finanzas federales anunció un decreto para la deducción inmediata y al 100 por ciento del pago del impuesto sobre la renta "de todas las inversiones que se lleven a cabo por parte de las empresas para la reconstrucción", y los empresarios podrán diferir lo pagos de impuestos cuotas de seguridad social por tres meses.

Para las empresas del sector turístico, hostelería e infraestructura turística, esta misma semana fluirán créditos, desde 50 millones de pesos (unos 4 millones de dólares), hasta 500 millones de pesos (unos 40 millones de dólares) "a tasas preferenciales para fortalecer y dar acceso inmediato a financiamiento".

Finalmente, el gobierno federal anunció financiamiento a empresas pequeñas y medianas con "créditos de hasta dos millones de pesos (unos 150.000 dólares) con una tasa fija".