Un comunicado de prensa del Observatorio Nacional de Radioastronomía informa de que podrían estar sucediendo colisiones entre los cometas y un gran planeta alrededor de la estrella Beta Pictoris. Una nube de monóxido de carbono (CO) y polvo rodea la estrella, así que los astrónomos creen que estos "choques" son debidos a una fuente gravitacional lo suficientemente fuerte como para atraer escombros estelares (cometas) y demolerlos en gas polvoriento.
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© HST/NASAEl disco protoplanetario alrededor de Beta Pictoris.
De acuerdo con la hipótesis nebular, cuando una estrella se condensa de material primordial, los restos de polvo y gas que no son absorbidos se arremolinan alrededor atrayendo a más restos flotantes, hasta que también se condensan, pero esta vez en planetas. Se dice que nuestro propio Sistema Solar fue creado en una especie de similar "guardería estelar" hace miles de millones de años atrás.

El borde del anillo que rodea Beta Pictoris orbita la estrella a una distancia de aproximada de 14 mil millones de kilometros. Es allí donde el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) en Chile, encontró una alta concentración de CO. Desde su punto de vista, la luz ultravioleta de beta Pictoris podría causar que el gas se quede disociado "en aproximadamente un siglo", es la inevitable conclusión de que "algo" debe ir reponiendo el gas del disco protoplanetario (proplyd), de lo contrario, todo desaparecería. La mentalidad gravitatoria de la astronomía moderna apunta a colisiones y calor.

Las regiones de formación estelar están convencionalmente asociadas con la luz de alta frecuencia de sus zonas activas. Los brillantes y extremos ultravioleta de los "huevos cósmicos". Una de las imágenes más icónicas de la astrofotografía moderna es la de los famosos "Pilares de la Creación" de la Nebulosa del Águila, aunque la gran mayoría de los discos protoplanetarios se encuentran en la nube molecular de Orión y la Nebulosa Carina.

La teoría Estelar Eléctrica resuelve muchas de las opiniones distorsionadas que surgen de la mala interpretación del papel de plasma y los campos eléctricos en el espacio. En lugar de una actividad cinética (gas caliente), las emanaciones radiantes desde el anillo alrededor de la Beta Pictoris se deben a las corrientes eléctricas.

Descargas eléctricas en una nube de plasma crean capas dobles, o vainas, a lo largo del eje de la corriente. La carga positiva se acumula en un lado y la carga negativa en el otro. Un campo eléctrico se desarrolla entre las partes, y si dicha corriente es lo suficientemente fuerte provocará los resplandores de la vaina, de lo contrario, es resulta invisible. Las corrientes eléctricas fluyen a lo largo de las vainas. En el plasma, las corrientes corren en espiral en filamentos. Los filamentos se atraen entre sí, pero en lugar de una fusión en espiral a su alrededor, gradualmente pellizcan hacia abajo en el modo de descargas de de arco.

De esta forma nacen las estrellas. La gravedad, a pesar de que juega un pequeño papel en la evolución estelar, es una fuerza demasiado débil en comparación con un campo eléctrico y las partículas ionizadas. La concentración del gas CO de Beta Pictoris no es el resultado de acumulaciones de choques fríos de cometas; sino a que el carbono y el oxígeno son comunes en las nebulosas (y discos protoplanetarios). Los discos estelares circundantes no se deben a la acreción gravitatoria, sino a la expulsión electromagnética.

En un Universo Eléctrico, el polvo y el gas (y los planetas) han de ser descubiertos alrededor de otras estrellas. Las estrellas "dan a luz" eléctricamente sus interiores cargados. Puesto que las estrellas no están alimentadas por la fusión del hidrógeno sino por corrientes eléctricas entrantes, cualquier fusión que deba haber es más probable que tenga lugar cerca de o sobre la superficie. No existe un núcleo súper-comprimido intensamente caliente, irradiando su energía desde miles de kilómetros de profundidad en su interior. Lo que existe son elementos pesados que son sintetizados en las descargas de plasma del exterior y luego se "precipitan" al interior de la estrella como una lluvia de átomos de metal.

Por esa misma razón, ya que el 90% de la luz de las nebulosas exhibe la longitud de onda del oxígeno ionizado, no es sorprendente que se encuentren concentraciones de CO alrededor de las estrellas calientes y brillantes como la Beta Pictoris. Las fuerzas eléctricas que actúan sobre una estrella pueden compensar su carga positiva interna. Si esto ocurre, las cargas positivas se repelen entre sí y en aceleración se alejan del centro de la estrella, dando lugar a una expulsión del disco compuesto del interior ionizado de la estrella.