El Departamento de Justicia de Estados Unidos cuestionó el trabajo de investigadores estatales en Alabama, después que se analizaron varios informes de denuncias de hostigamiento y abuso sexual contra reclusas que no fueron atendidos a tiempo.

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© Archivo/VANGUARDIA LIBERAL
El informe de la Fiscalía General, dado a conocer en la edición digital de este lunes del diario The Washington Post, señala que los investigadores estatales "a menudo no usan herramientas y técnicas básicas de investigación" y cierran los casos prematuramente.

Muchas de las quejas emitidas por las reclusas por abusos sexuales a manos de sus carceleros, fueron consideradas como "quejas infundadas" o no demostradas, y a menudo los investigadores estatales recomendaron que los casos se cerraran, sin tomar ninguna acción.

El Departamento de Justicia reconoció que existe una práctica permanente de abuso sexual y hostigamiento en la prisión de mujeres Julia Tutwiler, en la cual las reclusas temen constantemente por su seguridad, y donde los guardias no son disciplinados adecuadamente por mal comportamiento.

Según los funcionarios de Justicia, es muy difícil conciliar la veracidad de los resultados de las investigaciones locales, ante denuncias contra los guardias de la prisión que fueron declaradas infundadas o carentes de pruebas, con las pesquisas federales que comprobaron que la cárcel es un hervidero de violencia sexual.

El trabajo de la fiscalía federal plantean interrogantes acerca si debió haberse hecho más para investigar a fondo las denuncias de las reclusas.

Por su parte, el comisionado del sistema correccional de Alabama, Kim Thomas, afirmó que su departamento investiga a fondo las acusaciones de abuso.

Thomas reiteró que el Estado estimula a los reclusos para que reporten los casos de abuso y que las acusaciones, se envían al fiscal de distrito para su revisión y posible enjuiciamiento.