Cuatro sectores urbanos de la falla almacenan suficiente energía como para producir grandes seísmos. Los investigadores estudian la cantidad de deslizamientos en cada sector para ver si pueden repercutir en el tamaño de los próximos terremotos. Hayward, Rodgers Creeck y Green Valley son los sectores donde hay más probabilidades de que se produzca un gran seísmo.

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Cuatro sectores urbanos situados en las cercanías de la falla de San Andrés (California) han almacenado suficiente energía para producir grandes terremotos. Es la conclusión de un nuevo estudio, publicado en el Boletín de la Sociedad Sismológica de América, que mide el deslizamiento de fallas.

En el trabajo se advierte de que tres de estas secciones --Hayward, Rodgers Creek y Green Valley-- están a un punto o menos del promedio de intervalo de recurrencia, es decir, de acabar en seísmo.

Un seísmo se produce cuando existe un deslizamiento de la placa y se libera la tensión acumulada en la parte superior de la corteza terrestre. De este modo, mientras no hay deslizamiento, la energía se sigue almacenando hasta que sea liberada por un terremoto.

Este estudio estima la cantidad de deslizamientos que se produce en cada sección de la falla de San Andrés y si éstos pueden repercutir en el tamaño potencial del próximo terremoto. "El grado de deslizamiento de las fallas, y por lo tanto de bloqueo, controla el tamaño y el momento en que se producen los grandes terremotos en el sistema", ha explicado el experto, James Lienkaemper.

A su juicio, "la medida del deslizamiento en algunas secciones de la falla aún no está bien determinada" de ahí que esta sea una de sus "prioridades" a estudiar, sobre todo en los sectores urbanos cercanos a las zonas de peligro.

La comprensión de la cantidad y el alcance del deslizamiento de fallas afecta directamente a las evaluaciones de riesgo sísmico de la región. El sistema de San Andrés se compone de cinco ramas principales que se combinan para sumar una longitud total de más de 2.400 kilómetros. El sesenta por ciento del sistema de fallas libera energía a través del deslizamiento, que van desde 0,1 hasta 25,1 milímetros por año, y alrededor del 28 por ciento permanece bloqueado en profundidad, según los autores.

El monitoreo del deslizamiento en este área dice que se ha expandido en los últimos años. Las mediciones de la matriz de alineación realizados a través de estaciones GPS, han proporcionado datos primarios sobre la superficie de deslizamiento. Son los que los autores utilizan para estimar la profundidad media de deslizamiento para cada segmento de falla.

Así, analizados los datos, existen cuatro fallas que han acumulado la suficiente presión como para producir un gran terremoto. Las tres de ellas con mayor peligro, tienen grandes áreas cerradas (menos de 1 milímetro por año) y no han roto en un gran terremoto de magnitud 6,7, al menos, desde que se recoge en los registros locales. Por su parta, la cuarta, Hayward sur, registró un terremoto de magnitud 6,8 en 1868, y, según los científicos, está ahora muy cerca de su tiempo de recurrencia media, basado en estudios paleosísmicos.