Daniela Poggiali fue arrestada el pasado fin de semana, acusada de haber matado a 38 personas por el mero hecho de resultarle "molestas". La policía asegura que puso en marcha el operativo tras ver un "selfie" en el que Poggiali posaba con un cadáver.
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© TwitterFoto de la enfermera italiana acusada de haber envenenado y asesinado a 38 pacientes.
Los hechos han ocurrido en la ciudad de Lugo, al norte del país. Según informa el diario Corriere della Sera, la enfermera tenía en su móvil "selfies" posando, con los pulgares alzados, junto a los restos de al menos dos víctimas. La muerte de una ellas, la anciana de 78 años Rosa Calderoni, fue la que terminó de resultar sospechosa.

Aunque en un principio se habló de 11 ancianos, a raíz de la investigación se han descubierto hasta 38 casos en los que pacientes que estuvieron a cargo de Poggiali fallecieron por causas "que no tenían nada que ver con su enfermedad".

Fría y educada

El diario, que ha hablado con compañeros de la detenida, la describe como una mujer "fría y educada", y sugiere que sus propios compañeros habían empezado a sospechar de ella por las "muertes repentinas" que se producían cuando se hacía cargo de determinados enfermos. Además, Poggiali insistía en realizar siempre el turno de noche, e intentar estar el mayor tiempo posible sola.

En su primer interrogatorio Daniela, de 42 años, lo negó todo, y estuvo "tranquila y sonriente". Según parece, su método era inyectar a sus pacientes cloruro de potasio, un compuesto mortal que desaparece a las pocas horas pero que ha sido hallado en el cuerpo de Calderoni. El motivo de los asesinatos, según parece, era que le resultaban "muy molestos" tanto los pacientes como sus familiares.