Europa se prepara para una reedición de la crisis de 2009, cuando el suministro de gas ruso quedó interrumpido durante tres semanas. Los 'test de estrés' han mostrado que la UE actualmente no está preparada para ese escenario.

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© RIA Novosti Igor Zarembo
Los recientes 'test de estrés' de la Unión Europea muestran que si Rusia corta o reduce el suministro de gas, Bulgaria, Rumanía, Lituania, Estonia y Finlandia perderían al menos el 40% del gas que necesitan este invierno, informa Europa Press.

Los problemas no afectarían a España, Portugal, Reino Unido e Irlanda, que no compran gas ruso, pero Hungría y Polonia se verían sustancialmente afectadas con déficits del 30% y del 20%, respectivamente.

"Si trabajamos juntos, mostramos solidaridad y aplicamos las recomendaciones del informe, ningún hogar de la Unión Europea pasará frío este invierno", ha dicho el comisario de Energía, Günter Oettinger, explicando que este impacto podría reducirse si el resto de Estados europeos muestran solidaridad.

Funcionarios de alto rango europeos destacan que la UE está en una "posición significativamente mejor" que en las anteriores crisis del gas de 2006 y 2009 porque los almacenes "están llenos al 90%".

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, asistiendo en una conferencia de prensa tras reunirse con las autoridades serbias en Belgrado, afirmó que "existen grandes riesgos para el tránsito del gas" ruso a Europa este invierno, pero aseguró que "por culpa de Rusia no habrá ninguna crisis del gas" en el continente.

La reunión de Rusia, Ucrania y la UE en Bruselas, el 21 de octubre, en la que se debatirá una fórmula de compromiso propuesta por la UE para fijar el precio del gas ruso para Ucrania presenta una oportunidad de lograr un acuerdo.