El estudio sistemático de los procesos mentales y la conducta humana lleva tiempo cuestionándose por qué actuamos del modo en que lo hacemos. La psicología humana tiene curiosidades sorprendentes relativamente desconocidas.

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© Allan Ajifo5 grandes descubrimientos psicológicos.
Te recomendamos, si te gusta leer sobre este tipo de curiosidades, que eches un vistazo a nuestros antiguas entregas: En este artículo que presentamos hoy nos proponemos exponer un total de cinco descubrimientos impresionantes que dan respuesta a algunos enigmas de nuestra psique.

1. El Efecto Halo

El Efecto Halo es un descubrimiento clásico del ámbito de la psicología social y de los grupos. Se trata de un sesgo cognitivo mediante el cual la impresión global sobre una persona (por ejemplo: "él es simpático") se genera a partir de juicios que incumben a ciertos rasgos específicos (por ejemplo: "él es inteligente"). Para ejemplificar aún mejor el fenómeno del Efecto Halo, podríamos sacar a colación el caso de las estrellas de la gran pantalla. Los actores de Hollywood son, habitualmente, personas con un gran atractivo físico y con don de gentes. Estos dos rasgos (atractivo físico y simpatía) nos hacen suponer que son también personas inteligentes, generosas, amigables, etcétera. El Efecto Halo ocurre también en sentido inverso: si una persona no es agraciada físicamente tenderemos a pensar que es una persona desagradable o poco interesante. Esto es, tenderemos en este caso a atribuirle rasgos específicos negativos.

2. La Cueva de los Ladrones

Una investigación realizada por Muzafer Sherif demostró la facilidad con que los grupos humanos pueden construir hostilidades hacia otros grupos humanos, o incluso hacia miembros del propio grupo. De este modo, los resultados del experimento de Sherif revelaron que cuando un grupo plantea objetivos en común, los miembros tienden a ver reforzado su sentimiento de pertenencia a él y a instaurar barreras y diferenciaciones con otros grupos de personas. Además, si el contexto viene determinado por condiciones de competitividad entre los grupos humanos, se despliegan actitudes de enemistad hacia los integrantes de los demás grupos. La conclusión más importante de la investigación radicó en descubrir que cuando se proponían fines comunes a los diferentes grupos, éstos no solo trabajaban cooperativamente para conseguir esos fines, sino que las actitudes de hostilidad entre sus miembros se desvanecían.

Por tanto, el experimento de Sherif nos muestra que si establecemos objetivos comunes las personas somos capaces de ir más allá de nuestros prejuicios y hostilidades.

3. La disonancia cognitiva

¿Por qué nos autoengañamos? En el estudio sobre la psicología humana, la disonancia cognitiva es descrita como la incomodidad o la tensión que experimentamos cuando nuestras creencias entran en conflicto con lo que hacemos, o cuando defendemos al mismo tiempo dos ideas discordantes.

Leon Festinger y James Carlsmith demostraron algo sorprendente y que marcó un antes y un después en el estudio de la disonancia cognitiva. Si a una persona le piden que mienta y ésta no se considera una persona que mienta habitualmente, logrará decir la mentira y seguirá pensando de sí misma que es una persona honesta. Pero ¿cómo es posible esto? La mente humana resuelve esta disonancia cognitiva persuadiéndote a ti mismo de que la mentira que acabas de contar es, en realidad, una verdad.

4. El efecto del falso consenso

El efecto del falso consenso es otro sesgo cognitivo mediante el cual muchos individuos tienden a sobrevalorar el grado de "acuerdo" que los demás tienen hacia sus planteamientos u opiniones. Ciertamente, tendemos a percibir que nuestras opiniones, valores, creencias o hábitos son las más habituales y apoyadas por la mayoría de personas. Esta creencia produce que tendamos a sobreestimar la confianza que tenemos en nuestras opiniones, aunque éstas sean erróneas, sesgadas o minoritarias.

Este importante conocimiento suele atribuirse al psicólogo de la Universidad de Stanford, el estadounidense Lee Ross, quien reveló la forma en que opera el efecto del falso consenso en un estudio realizado en el año 1977.

5. Los experimentos de conformidad

La conformidad hace referencia al nivel hasta el cual los integrantes de un grupo de personas tienden a modificar su conducta, su opinión o su actitud con el objetivo de encajar con las conductas, opiniones o actitudes del grupo al que sienten que pertenecen.

Es bien sabido que los seres humanos nos guiamos por la conformidad de forma cuasi natural. Tendemos a conformarnos con aquello que tenemos. Mimetizamos las formas de hablar y las actitudes de los demás, copiamos la forma en que se visten las demás personas, y tenemos gustos que no desentonan con lo que se considera socialmente aceptable. Todo ello lo hacemos sin ser muy conscientes, puesto que cada cual tiende a pensar que sus gustos son únicos e irrepetibles (aunque esto ya es otro tema). La cuestión es la siguiente: ¿hasta dónde somos capaces de llegar para concordar con las opiniones y actitudes de los demás? ¿Consideras que es posible que desoyeras a tu propio criterio solo para encajar con lo que los otros individuos piensan?

Un experimento clásico en la Psicología, el estudio del norteamericano Solomon Asch, reveló que cuando tenemos que resolver un problema complejo es muy probable que adaptemos nuestra respuesta a la que emitan los demás participantes (este tipo de conformidad recibe el nombre de influencia social informacional). Cuando nos sentimos presionados por la opinión de un grupo que difiere de nuestra opinión personal, mostraremos una conducta inusual solo con el objetivo de consensuar nuestra respuesta a la del grupo.