Este miércoles por la tarde, dos motochorros quisieron robar la Carnicería Santa Rita, de barrio Belgrano de Santa Fe. Pero gracias a la mascota de la familia, no hubo que lamentar ni víctimas ni pérdidas materiales. La historia.
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© Manuel Testi / UNO Santa Fe.
Ayer quedó en evidencia una vez más que la conocida frase "el perro es el mejor amigo de hombre", no puede ser más real. Cerca de las 20, un comercio ubicado en San Martín y Obispo Boneo, iba a ser asaltado por dos motochorros que, a mano armada, apuntaron al hijo del dueño y pretendían robar la Carnicería Santa Rita. Pero gracias a la mascota de la familia, el hecho no se concretó.

Resulta que Roberto, el perro y héroe del barrio, se dio cuenta de la intención de los ladrones, defendió a su amo, y asustó al ladrón que portaba un arma a plena luz del día en una concurrida esquina de Barrio Belgrano, que además es parada de colectivo y en ese momento estaba repleta de gente.

Los vecinos conocen el comercio que lleva más de 10 años en ese lugar y es atendido por una familia. Alberto, Liliana, Matías y Ariel, consideran a Roberto como "un integrante más de la casa", ahora más que nunca, y están felices por la actitud de este fiel labrador. "Uno nunca sabe la reacción que pueden tener los animales y no pensamos que iba a actuar así", relataba Alberto. Y de hecho, tras la cena familiar premiaron al perrito con "unas porciones de helado". Bien merecido se lo tuvo.
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© Manuel Testi / UNO Santa Fe. -
Roberto no fue criado por la familia. Ellos lo adoptaron luego de que una familia cercana se separara y el animal quedara sin dueño. A su nombre lo lleva por Sandro, así lo bautizaron sus primeros dueños. Por eso, por el cariño que les brinda y por este acto de fidelidad, es que Roberto es el héroe de su casa y ahora también del barrio.

Los hechos

Ariel, hijo menor y el único que no trabaja en Santa Rita, estaba en la vereda cortando el pasto después de las 19.30 y el perro estaba sentado afuera como siempre. En ese momento dos muchachos en moto que no tenían más de 20 años, estacionaron frente al negocio y uno de ellos bajó con un revólver en la mano como si se tratara de una bolsa de pan.

En ese momento apuntó al joven que atinó a desprenderse de la máquina que manipulaba y corrió hacia el interior de la carnicería. Aquí fue cuando Roberto entró en acción, corrió hacia el malhechor y le saltó encima para impedir que éste ingresara al comercio y lo mordió. En ese momento fue cuando el ladrón le apuntó y disparó, pero afortunadamente Roberto no salió lastimado. El muchacho volvió a la moto y escapó con su cómplice.

"Todos tenemos una felicidad enorme porque no hubo heridos ni tuvimos que lamentar ninguna pérdida, gracias a Dios", dijo Alberto, propietario del lugar. "La esquina estaba repleta de gente y los vecinos estaban sentados afuera de sus casas como una tarde común y corriente. Y todos se asustaron cuando sintieron el disparo, porque hasta ahí todo fue tan rápido y nadie se había percatado de lo que pasaba", continuó.

El perro está siempre en la carnicería, desde hace tres años que vive con la familia. Y cada vez que abren, acompaña a sus dueños todo el día. "Nunca imaginamos la reacción del perro. Él es tranquilo pero guardián y por ahí desconfiado con algunos que parecen sospechosos. Y cuando este pibe vino corriendo para entrar Roberto pegó el salto y lo detuvo. Él es dado con todos, pero por ahí lo tengo que agarrar cuando no se fía de algunos", contó.

"Hay pocos policías"

Los hechos delictivos y de violencia que se viven en la ciudad, preocupan a vecinos de todos lo barrios, y en este caso no hay excepción. "Ya una vez me asaltaron pero yo estaba cerrado. Rompieron las rejas y la ventana y se llevaron un par de balanzas que había dentro. Pero nunca habíamos sufrido una situación así y a plena luz del día".

"Se trabaja muy mal. Presencia policial hay muy poca por acá. Se los ve más por las avenidas, pero no en el barrio", afirmaba. "Estos pibes son como los que vemos pasar siempre. Uno los mira circular y sabe o que van a delinquir o que vienen de hacerlo, porque por ahí se mandan en contramano por Boneo y es porque estuvieron robando", decía el comerciante.

"A esto lo vemos todos los días. Es una realidad que vivimos todos y lo sabe incluso la policía. Los ladrones se manejan con una impunidad tremenda, a cara descubierta y revoleando un arma como si nada, directamente apuntando para tirar. Por suerte no le disparó de atrás a mi hijo", finalizó consternado Alberto.