Un vídeo divulgado por la revista brasileña 'Veja' muestra la persecución protagonizada por un vehículo de la Policía Militar de Río de Janeiro que concluye con la muerte de Haissa, una joven inocente de 22 años que regresaba de fiesta con sus amigos.

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© Flickr/ André Gustavo Stumpf
Los hechos ocurrieron en la localidad de Nilópolis, en el área metropolitana de Río de Janeiro, el pasado 2 de agosto aunque las imágenes solamente fueron divulgadas el pasado domingo.

El vídeo se inicia cuando los policías perciben la presencia de un vehículo Hyundai HB20 blanco que uno de los agentes identifica como "uno de los que se están robando".

Al parecer, el modelo sería uno de los preferidos por los criminales de la región para ser sustraído y ser utilizado en sus actividades delictivas, una sospecha que se completó al percibir que el conductor vestía con "gorra y todo".

En ese momento, los agentes inician la persecución y tras apenas 30 segundos el agente, Marcio José Wattelor Alves, extrae la mitad de su cuerpo por la ventanilla del conductor y realiza siete disparos con su fusil sobre el vehículo sospechoso mientras grita "Para, para".

A los pocos segundos, el vehículo sospechoso se detiene y los policías ordenan a sus cuatro ocupantes descender del interior, solo entonces se escuchan los primeros gritos de auxilio y los agentes perciben que una joven ha sido alcanzada por sus disparos y que no se trataba de ningunos delincuentes sino un grupo de amigos que regresaban de fiesta.

"Le dispararon por el amor de Dios", gritaban las amigas de la joven alcanzada por varios disparos en la espalda mientras eran depositadas en el vehículo policial camino del hospital en compañía del Hyundai blanco en el que Haissa, todavía con vida, luchaba por sobrevivir aunque acabó no resistiendo el trayecto.

"Vamos a mantener la calma, está complicado", afirmó el agente conductor con una tranquilidad pasmosa mientras que el agente Alves les recriminaba por no haber detenido el vehículo y se excusaba por haber disparado: "¿Porqué no pararon? No justifica haber disparado ¿Vale? No justifica".


Según la revista Veja, el agente Alves ya había sido investigado en otras tres ocasiones por "auto de resistencia" (derecho que permite a los policías brasileños disparar a matar en caso de defensa propia durante una detención) desde su incorporación al cuerpo en 2010.

"Lo que determinará el caso serán las imágenes del interior del vehículo policial", aclaró el delegado de la 58ª Comisaria de Policía Civil, Thiago Martins, que supervisa el caso y que aclaró que gran parte de la controversia gira en torno al hecho de que los policías no habrían, según los ocupante del Hyundai, encendido las luces policiales por lo que pensaron que estaban siendo asaltados y decidieron no parar.

Los datos aportados por el Foro Brasileño de Seguridad señalaron que la policía de Brasil es la que más personas mata por año en el mundo con 6 asesinatos por día, lo que entre 2009 y 2013 supuso 11.197 muertes, una cifra similar a la alcanzada por Estados Unidos en las últimas tres décadas.