• Un obús alcanza un hospital de Donetsk y el aeropuerto está arrasado
  • Los rebeldes denuncian también bombardeos aéreos sobre Górlovka
  • La reunión de mandatarios prevista para este miércoles está en el aire

Las fuerzas ucranianas y los separatistas prorrusos han intensificado sus choques en Donetsk y otras partes del este del país en un conflicto que pasa por sus peores momentos desde hace meses y en el que las partes han dado por rota definitivamente la última tregua alcanzada en diciembre.

Los combates han sido especialmente intensos en torno al aeropuerto de esa ciudad, pero un obús también ha alcanzado un hospital del centro de Donetsk, ataque en el que han resultado heridos cinco pacientes y un médico, según las autoridades locales secesionistas citadas por AFP.

Además, los rebeldes han denunciado bombardeos áereos en la ciudad de Górlovka por por primera vez desde el verano pasado. Según el comandante adjunto del Estado Mayor de las milicias separatistas de Donetsk, Eduard Basurin, ese ataque causó la muerte de una treintena de civiles, entre ellos niños, informa Efe citando a la agencia RIA-Nóvosti.

Guerra de cifras

Preguntado por la escalada, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, ha declarado que el sábado ordenó "responder una sola vez ya que (los prorrusos) impedían evacuar a los soldados ucranianos heridos y muertos del aeropuerto de Donetsk".

Las autoriedades ucranianas no han ofrecido cifras de víctimas en este enfrentamiento, pero un líder de los prorrusos ha reconocido 16 muertos y 62 heridos en sus filas, mientras que elevan a "más 200 de muertos y casi 300 heridos" en el bando ucraniano. El día anterior un balance similar fue desmentido por Kiev.

Tampoco está claro quién tiene ahora el control del lugar.

Según Efe, Poroshenko ha admitido que ya no se respeta la tregua declarada por ambos bandos el 9 de diciembre: "Ese documento fue eficaz, pero se mantuvo durante menos de un mes, ya que desde el 7 de enero ha tenido lugar una significativa escalada de la tensión protagonizada por Rusia y los grupos terroristas del Este", ha dicho.


Comentario: Como es su costumbre, Poroshenko no atina a otra cosa más que acusar a Rusia. Sin pruebas.


Además, las autoridades ucranianas niegan que la gran operación puesta en marcha en torno al aeropuerto de Donestk suponga una violación del alto el fuego porque la instalación figura como una zona bajo su control en los acuerdos de Minsk de septiembre, que precedieron a la tregua de diciembre.


En un vídeo grabado con un dron y difundido el fin de semana por un grupo de apoyo al Ejército, se ve que el aeropuerto está arrasado.

La semana pasada, 12 civiles murieron en el ataque a un autobús del que se acusaron mutuamente ambas partes.

Poroshenko también ha promulgado este lunes una ley sobre movilización parcial, que permitirá incorporar este año a unos 100.000 hombres a las Fuerzas Armadas ucranianas, informa Efe.

Negociación en entredicho

Por su parte, Rusia ha expresado su preocupación por la "escalada de las acciones militares" y ha alentado a ambos bandos a cesar las hostilidades y regresar a la mesa de negociaciones.

El Kremlin ha desvelado que el presidente ruso, Vladímir Putin, envió una carta a Poroshenko en la cual propone a Kiev y los separatistas un plan concreto para replegar la artillería pesada. "Lamentablemente, la parte ucraniana no sólo rechazó el plan sugerido y no adelantó su propias propuestas, sino que comenzó nuevamente las acciones militares", ha dicho Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.

Tras esta escalada del conflicto, la reunión entre los ministros de Exteriores de Ucrania, Rusia, Alemania y Francia, prevista para este miércoles en Berlín, podría no celebrarse, según ha adelantado el jefe de la diplomacia ucraniana, Pabló Klimkin, en declaraciones al periódico Kyiv Post recogidas por Efe.

Entre las partes también está mediando la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE). En un comunicado emitido el domingo por la noche, su presidente de turno, el ministro serbio de Exteriores, Ivica Dacic, condenó de forma enérgica la escalada de la violencia y exhortó a las partes a detener de inmediato el uso de la fuerza.

"Este ciclo de violencia con muertes y la escalada de las hostilidades no puede continuar. Todas las partes deben abstenerse de la beligerancia, intimidación y actos de provocación", dijo.

El enfrentamiento entre los dos bandos se prolonga desde la primavera del año pasado cuando en el este grupos prorrusos se rebelaron al cambio de régimen en Kiev. Casi 5.000 personas han muerto desde entonces, según cifras de la ONU.